Scottie Scheffler se proclama campeón del Masters de Augusta
El 86º Masters de Augusta será recordado por el regreso al golf de Tiger Woods
El golfista estadounidense Scottie Scheffler -número uno del ranking de la PGA- se proclamó este domingo campeón del 86º Masters de Augusta, que será recordado por el regreso al golf de Tiger Woods.
A sus 25 años, Scheffler se hizo con su primer título de Grand Slam con una ventaja de tres golpes sobre el norirlandés Rory McIlroy, que igualó la mejor ronda final de la historia del torneo.
Scheffler firmó una última tarjeta de 71 golpes (-1) y un acumulado de 278 (-10), resistiendo en el liderato alcanzado el día anterior.
McIlroy se aupó al segundo lugar con una ronda de 64 golpes (-8) que maravilló al público del Augusta National (Georgia), que horas antes había visto cómo Tiger Woods finalizaba su primer torneo desde su accidente automovilístico de febrero de 2021.
A sus 25 años, el estadounidense sucede en el palmarés al japonés Hideki Matsuyama y culmina un principio de año de ensueño en el que ha alzado sus cuatro primeros títulos de PGA y desbancado del número uno mundial al español Jon Rahm.
Scheffler fue capaz de defender los tres golpes de ventaja con los que contaba en el arranque de la jornada sobre el australiano Cameron Smith, que concluyó en el tercer lugar.
El estadounidense se llevó un gran susto en el arranque de su recorrido cuando Smith, subcampeón del Masters en 2020, se acercó a dos golpes después de dos birdies iniciales.
El australiano, sin embargo, tropezó después con tres bogeys y fue perdiendo fuelle hasta ser sobrepasado por un McIlroy en estado de gracia.
El ex número uno mundial, que había comenzado la jornada a 10 golpes del liderato, fue recuperando terreno con cinco birdies y se aupó al segundo lugar con un espectacular putt de 3 metros para eagle en el 13º hoyo.
McIlroy, que hace ocho años que celebró su cuarto y último Grand Slam, puso cierta presión a Scheffler con un estratosférico birdie de 16m en el último hoyo, golpeando desde el centro de un búnker y celebrando con el atónito público.
Su tarjeta de 64 golpes igualó el récord de una jornada final de Augusta y se quedó un golpe por debajo de la mejor marca en cualquier ronda del torneo.