Venezuela empezó este fin de semana la segunda reconversión monetaria en tres años que elimina seis ceros a la moneda local, el bolívar, lo que simplifica las cuentas, pero no alivia la larga crisis económica del país sudamericano.
Con la nueva reforma, empresas, comercios y bancos modifican sus sistemas contables que ya no aceptaban las enormes cifras producto de la hiperinflación.
Honestamente pienso que la hiperinflación es bastante fuerte, ya es la tercera reconversión. Esta va a durar tres o cuatro años o quizá menos. La reconversión no resuelve los problemas”, dijo Alfredo Bohorquez, vendedor de dibujos.
En el país sudamericano, la inflación interanual es de 1.743%, según cálculos del Observatorio Venezolano de Finanzas, lo que ha golpeado el ingreso de las familias.
Un salario mínimo apenas equivale a 2.5 dólares al mes.
El más reciente indicador del crecimiento de los precios divulgado por el Banco Central es de mayo, cuando la inflación se aceleró a 28.5% con respecto al mes anterior y cerró en 24.6%.
La variación interanual de los precios fue de 2.719%.
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro en 2018 quitó cinco ceros al bolívar por los altos precios, un proceso posterior a la reconversión del fallecido mandatario Hugo Chávez de 2008, en la que se restaron tres ceros a la moneda con la promesa de llegar a una inflación de un dígito, lo que no se logró.
Es quitarle seis ceros para mejor el aspecto de la comercialización, facilitarlo, mejorar el aspecto psicológico de la recuperación económica, mejorarlo todo”, señaló Maduro.
Venezuela enfrenta una severa recesión que ha llevado a millones de venezolanos a emigrar.
Maduro ha culpado de los males de la economía a los empresarios y las sanciones de Estados Unidos, pero analistas y críticos señalan que el colapso ha obedecido a un modelo de controles estatales.