Tras el fallecimiento de la luchadora social Rosario Ibarra de Piedra este sábado, vale la pena conocer a detalle la vida de esta activista mexicana que trascendió por su incansable labor y también por haber sido la primera mujer candidata a la Presidencia de la República en 1982.
Rosario Ibarra de Piedra nació en Saltillo, Coahuila, el 24 de febrero de 1927.
Su actividad política comenzó en 1973, cuando su hijo Jesús Piedra Ibarra fue acusado de pertenecer a un grupo armado de orientación comunista, la Liga Comunista 23 de Septiembre. Jesús Piedra desapareció en 1974, cuando fue detenido por las autoridades tras el asesinato del policía Guillermo Villarreal Valdez.
A partir de entonces, Rosario Ibarra inició un largo peregrinar en las instituciones gubernamentales demandando información acerca del paradero de su hijo, que hasta la fecha no se ha esclarecido.
El 17 de abril de 1977 fundó el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos (más conocido como el Comité ¡Eureka!), que reúne a varias familias de personas desaparecidas o presas durante los sexenios de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez.
Rosario Ibarra siempre fue representante de los reclamos hacia los gobiernos mexicanos represores de ese entonces. También formaba parte de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (Fedefam).
Fue una incansable activista y pionera en la defensa por los derechos humanos, la paz y democracia en México. Rosario Piedra fue diputada, senadora y asesora política, así como la primera mujer candidata a la Presidencia de la República en 1982, por el extinto Partido Revolucionario de los Trabajadores.
En 1988 volvió a ser candidata y ante el triunfo de Carlos Salinas de Gortari, se unió a los reclamos de fraude electoral.
Desde la creación del Comité ¡Eureka! SE ha logrado encontrar a más de 148 personas desaparecidas con vida. Una de las frases que se le atribuye a dicho comité es “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.
De igual manera, doña Rosario y el comité realizaron diversas huelgas de hambre en las que pedía amnistía para los presos políticos y la presentación con vida de los desaparecidos. Debido a su gran lucha colectiva, el presidente José López Portillo en 1978 decidió promulgar la Ley de Amnistía, misma que se aprobaría en el Congreso de inmediato.
La aplicación de esta ley puso en libertad a mil 500 presos políticos, permitiendo el regreso de 57 exiliados al país y el desistimiento de más de 2 mil órdenes de aprehensión. La lucha de Ibarra Piedra, también fue fundamental para que miembros de la guerrilla fueran juzgados conforme a derecho.
Otros grandes logros por las actividades de lucha incansable de Rosario Ibarra que se pueden mencionar son:
- La vinculación que logró de Eureka con organizaciones internacionales en París, Nueva York, Ginebra, La Haya, debido a la enorme experiencia adquirida en labores comunitarias.
- En 2012 abrió el Museo Casa de la Memoria Indómita para reivindicar a personas víctimas de desaparición forzada, y desaparecidos por motivos políticos.
- Fue promotora incansable de las reformas constitucionales y legales a favor de los derechos humanos y en contra de la tortura y desaparición forzada.
- Debido a esta gran labor fue candidata al Premio Nobel de la Paz en los años 1986, 1987, 1989 y 2006.
- En 2019 se le concedió la medalla al mérito cívico “Eduardo Neri, legisladores de 1913”.
- El 23 de octubre de 2019, el Pleno del Senado de la República aprobó otorgarle la Medalla de Honor Belisario Domínguez, como un justo reconocimiento por su ardua labor como activista y defensora de los derechos humanos por más de cuatro décadas en favor de presos, desaparecidos y exiliados políticos.