Adictos a video juegos no escapan al síndrome de abstinencia
Ansiedad, angustia, depresión, cambios de humor y recaídas, son síntomas del síndrome de abstinencia de cualquier adicto.
Incluso con los adictos a los videojuegos, al tener una necesidad imperante de jugar y, por alguna causa ajena, no poder hacerlo.
Un trastorno mental que tiene componentes genéticos, psicológicos y sociales.
En la parte orgánica pues estamos hablando de una predisposición que mayormente se tiende a atribuir de forma genética, es decir, que ya la traemos en la información de nuestro cuerpo. Conductual es cuando lo que estamos haciendo empieza a causar incomodidad en las personas que están cerca de nosotros, llama mucho la atención, le dedicamos mucho tiempo a ello y sociales porque regularmente las adicciones, o bien tienden a aislarlos de un grupo importante de la sociedad o a restringirnos del contacto’’, consideró Rodolfo García Barraza, profesor de Psicología Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud Unidad Santo Tomás IPN
Se estima que el 20% de los Gamers son adictos, pero quienes tienen un problema severo son el 8%, sin importar si son niños, jóvenes o adultos.
Son personas que no respetan ya horarios, que pueden estar jugando ininterrumpidamente, que pueden posponer incluso a alimentarse y hacer muchísimas actividades con tal, por ejemplo, como ir a la escuela o como ir al trabajo, con tal de estar jugando’’, consideró Rodolfo García Barraza, profesor de Psicología Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud Unidad Santo Tomás IPN
Un adicto al juego no necesariamente está al frente de una consola, teléfono o computadora todos los días. No es la frecuencia, sino el hecho de que una vez que inicia, pierde el control. No puede fijarse horarios moderados de juego y respetarlos.
No necesito yo haber jugado de lunes a sábado, pero si me la paso todo el domingo jugando, pues eso ya es una advertencia’’, afirmó Rodolfo García Barraza, profesor de Psicología Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud Unidad Santo Tomás IPN
Hay que decir que toda actividad que nos genera satisfacción puede convertirse en dependencia. Al jugar se tienen momentos de júbilo que desencadenan en el cerebro dopamina, la hormona del placer, por lo que la conducta se repite continuamente.
Así, cada vez el organismo necesita un mayor aporte de dopamina, mientras la actividad de las zonas del cerebro responsables del juicio y la toma de decisiones disminuye.
Sin embargo, jugar videojuegos en forma controlada tiene ventajas.
Pareciera que los videojuegos son algo terrible cuando no lo son. Sí hay ciertas ventajas. Estos jóvenes que lo juegan de forma moderada, tienen una estimulación visual, puedo decirlo así, perceptual, incluso pueden desarrollar cierta creatividad’’, Rodolfo García Barraza, profesor de Psicología Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud Unidad Santo Tomás IPN
También se adquiere destreza para analizar información de forma rápida. Algunos especialistas hablan de una mayor plasticidad neuronal, que permite realizar tareas simultáneas sin cometer errores.
La clave, por supuesto, la mesura.