
Haciendo un poco de historia, de acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la primera corrida de toros celebrada en la Nueva España, fue en 1529, en lo que hoy es el Zócalo capitalino, y fue una actividad instaurada por los españoles.
Poco después, los regidores de la ciudad ordenaron que todos los años, la fiesta de San Hipólito, que se celebraba el 13 de agosto, concluyera con una corrida de toros.
Desde entonces, se han celebrado en diferentes plazas de todo el país, la más grande a nivel mundial, es la Plaza Monumental o Plaza México que tiene capacidad para 50 mil espectadores.
¿Dónde se prohíben?
Son apenas cinco estados de 32 entidades en todo el país, donde se prohíben las corridas de toros.
El primero en legislar fue el estado de Sonora desde hace 12 años, en 2013.
Le siguió Guerrero en 2014; Coahuila un año después en 2015; Quintana Roo en 2019, y el más reciente, Sinaloa en 2022.
Batalla legal
En 2022, activistas defensores de los derechos de los animales, reforzaron la batalla legal para que se prohibiera la tauromaquia en Ciudad de México, y juzgadores federales concedieron suspensiones primero provisional y luego suspensión indefinida.
Entre los argumentos de ambas suspensiones, están que se debía privilegiar el derecho a un medio ambiente sano.
En 2023, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) estableció que ese tipo de suspensiones no procedían, y como consecuencia de ese pronunciamiento, regresaron las corridas en 2024.
Ante esta polémica, ¿qué piensan las y los capitalinos?
Una reciente encuesta de Enkoll mostró que el 75 por ciento de las y los habitantes de Ciudad de México, se manifestó en contra de las corridas de toros.
Además, el 72 por ciento de las personas consultadas describió que una corrida de toros es un evento donde se maltrata y da muerte a los toros. Mientras que el 28 por ciento, lo consideró como un espectáculo.