En la recta final de 2023, Eileen Merino se convirtió en la primera mujer trans contratada por el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Eso le dijeron cuando solicitó al personal administrativo de su área el cambio de género en el sistema.
Durante la pandemia de COVID-19, Eileen se dio cuenta que vida sólo hay una, así que tenía que vivirla de la manera más plena.
“Empecé por dejarme el cabello largo, cuando regresé a la oficina, fue un cambio para mis compañeras me recibieron bien, les sorprendió […] fue en febrero de 2023 cuando inicié mis trámites para transicionar médicamente, y ya legalmente, hice mi transición en noviembre del año pasado”, contó Eileen Merino a Once Noticias.
Con 51 años, Eileen le ha dedicado más de la mitad de su vida al servicio de la comunidad politécnica, donde, por cierto, ha encontrado un ambiente de respeto y comprensión, sin preguntas incómodas ni intrusivas.
“Estoy en la Unidad Politécnica de Gestión con Perspectiva de Género, soy analista de capacitación y mis funciones son dar pláticas de sensibilización y coordinar eventos generales […] todos han sido tan respetuosos, que nadie me ha preguntado “tus nombres anteriores”, nada, nada de mi vida anterior, únicamente cosas generales de mi hijo y cosas así”, aseguró.
Al hablar de su familia, fuente de apoyo inigualable para Eileen, recuerda a su hijo, quien ha sido su cómplice en el camino de transición, pues él mismo se encuentra en el mismo proceso desde hace algunos años.
“Cuando yo le dije ‘qué crees, sí voy a iniciar mi transición médica’, él brincó de alegría, me dijo ‘que feliz estoy por ti, porque yo sé lo que eres, lo que has vivido’”, detalló Eileen.
De la mano de su familia que la ha abrazado, Eileen ha perdido el miedo a ser ella misma, aunque no ha sido fácil, porque recuerda que cuando ella era adolescente, el ambiente era más violento para la comunidad de la diversidad sexual.
“Antes, salir vestida o arreglada en ocasiones era incluso objeto de persecución policíaca […] tanto tiempo que se estuvo viviendo represión, vamos a llamarle, sí genera miedo y genera ansiedad, ‘me van a dejar de hablar, tal vez me van a hacer bullying, tal vez me van a hacer mobbing en el trabajo’”, señaló.
Actualmente, espera que su historia y trabajo dentro del Politécnico marque la diferencia, y así todas, todos y todes, se sientan en espacios seguros, donde el respeto les abraza y ésta, nuestra casa de estudios, abra sus horizontes hacia una comunidad más diversa.