Sabemos que los alimentos nos nutren, pero hay otros que nos ayudan a sanar y a prevenir enfermedades.
Por eso, científicos del Politécnico han estudiado algunas propiedades del aceite de olivo para combatir el Parkinson.
El doctor Marvin Soriano y su equipo investigan sustancias que puedan ser efectivas para prevenir, curar o detener el Parkinson, enfermedad crónico degenerativa que ataca al cerebro y provoca movimientos involuntarios, como temblores.
Aún se desconoce su origen, pero una teoría apunta a causas gastrointestinales, debido a la proteína alfa sinucleína.
Se ha propuesto que esta proteína producida en el apéndice puede viajar por las terminaciones nerviosas hasta una parte específica del cerebro llamado ganglios basales, que son un pequeño cúmulo de cuerpos, de neuronas que controlan y nos ayudan a controlar la movilidad de nuestras extremidades tanto superiores como inferiores”, dijo Antonio Abad García, estudiante de doctorado del ESM, del IPN.
Esa proteína mataría neuronas que producen dopamina, la hormona del placer y un poderoso neurotransmisor.
Este neurotransmisor nos ayuda a la movilidad, una vez que se une a otro tipo de proteínas que se llaman receptores dopaminérgicos que se encuentran precisamente ubicados en estos ganglios basales, que les comentaba”, indicó Antonio Abad García.
Así, las personas con Parkinson presentan una grave disminución de dopamina.
En busca de una solución, los científicos administraron aceite de olivo a ratones.
Previamente se les aplicaron una toxina para inducir el parkinsonismo.
Nos dedicamos después a medirlo con la rigurosidad que marcan los protocolos científicos, para analizar si era capaz de limitar el daño neuronal en las manifestaciones de los temblores y todo lo que tenían estos ratones”, señaló Marvin Soriano Ursúa, profesor investigador del ESM, del IPN.
Los roedores se recuperaron, les realizaron pruebas de fuerza, equilibrio y coordinación.
Hicimos un análisis de algunos de sus tejidos, entre ellos del sistema nervioso central y observamos que estaba limitado el daño que tendría que producir la toxina para producirles el parkinsonismo”, expresó Marvin Soriano Ursúa.
Así descubrieron que algunas moléculas del aceite de olivo son similares a la dopamina.
Les dicen polifenoles y sirven para limitar algunos procesos oxidativos, pero también en particular tienen segmentos que se parecen a la dopamina. Entonces, creemos que eso le puede dar un punto más a favor de su uso para la prevención, la disminución, de la prevención de la enfermedad de Parkinson”, puntualizó Marvin Soriano Ursúa.
La investigación fue publicada en la revista Toxicology Research and Application, y es la primera sobre los efectos que puede tener el aceite de olivo en el Parkinson.