Fallece Héctor Mayagoitia, inspiración de la comunidad politécnica
Además de ser profesor en el IPN por más de tres décadas, Mayagoitia contribuyó a organismos nacionales e internacionales dedicados al estudio de los recursos naturales.
El ilustre politécnico, doctor Héctor Mayagoitia Domínguez, falleció este miércoles a la edad de 100 años, informó mediante redes sociales el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Héctor Mayagoitia fue un destacado miembro de la comunidad politécnica que dedicó su vida a la educación, el servicio público y a poner la técnica al servicio de la patria.
“Hoy es un día triste para los politécnicos, con mucho pesar lamentamos el fallecimiento del Dr. Héctor Mayagoitia Domínguez, un hombre ejemplar que a sus 100 años de edad, trabajó hasta sus últimos días, dejando el corazón en su casa, el Instituto Politécnico Nacional”, se lee en un mensaje vía X publicado por el IPN.
Durante su destacada gestión como director general del IPN, Mayagoitia promovió la Ley Orgánica que aún está vigente, creó importantes centros de investigación e impulsó iniciativas culturales y académicas como la primera Feria del Libro del IPN.
Nacido en Victoria de Durango, Héctor Mayagoitia inició su camino en el IPN, donde se formó como Químico, Bacteriólogo y Parasitólogo, especializándose en Química de Suelos.
Además de ser profesor en la institución por más de tres décadas, contribuyó a organismos nacionales e internacionales dedicados al estudio de los recursos naturales.
En 1974, fue elegido gobernador de Durango, donde se le reconoció por su labor en favor de la unidad y la conservación del entorno natural. Posteriormente, en 1979, fue designado director general del IPN, cargo que desempeñó hasta 1982.
En 2006, Mayagoitia regresó al IPN como director del Programa Ambiental, y en 2012, este se transformó en la Coordinación Politécnica para la Sustentabilidad, cargo que ocupó hasta sus 98 años.
El legado del doctor Mayagoitia se refleja en numerosas publicaciones, reconocimientos y cátedras que llevan su nombre, así como en una actitud ante la vida que sigue inspirando a generaciones de politécnicos. Su contribución al IPN y a la sociedad mexicana será recordada con gratitud y admiración.