Como consecuencia del incremento de la temperatura superficial del mar, científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) realizaron una tabla de vida y curva de mortandad del lobo marino de California, ya que fallece 30% de las crías durante el primer año de vida, debido a la baja disponibilidad de presas para su alimentación, situación que la ubica como una especie amenazada.
La secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, dijo que los niños y jóvenes mexicanos tienen derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y su bienestar.
Por ello, resulta importante dotarlos del conocimiento que les permita comprender la importancia de nuestros recursos naturales, de la flora y fauna para un desarrollo sustentable”, mencionó Delfina Gómez Álvarez.
Por su parte, el director general del Politécnico, Arturo Reyes Sandoval, destacó la necesidad de fortalecer el trabajo académico para el cuidado del medio ambiente, a través del desarrollo sostenible y de una sociedad responsable con el entorno natural.
Por ello, la doctora Claudia Janetl Hernández Camacho, jefa del Laboratorio de Ecología de Pinnípedos “Burney J. Le Boeuf” del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR) del Instituto y su equipo de trabajo llevan a cabo conteos de la población de los mamíferos en 13 colonias de reproducción del Golfo de California y en ocho islas del Pacífico mexicano.
Asimismo, estudian variables ambientales, la concentración de la clorofila, entre otros y de acuerdo a los datos obtenidos, se registró una disminución en la cantidad de especies indispensables en la alimentación del lobo, tales como: el pez lagarto del Pacífico oriental, la anchoveta, el pez sapo cabezón, el pez serrano ojón o las merluzas, las cuales se encuentran a 50 o 60 kilómetros de las loberas.
La científica indicó que en el Pacífico mexicano viven alrededor de 52 mil mamíferos, lo que representa 16 % de la población mundial.
Mientras que en el Golfo de California se encuentran entre 17 y 22 mil, es decir, entre 5 y 6% del total.
El lobo marino es considerado como una especie centinela del ecosistema.
Desde su nacimiento, viven y reproducen anualmente en las mismas colonias. A este comportamiento se denomina “fidelidad al sitio”.