La rabia que los ciega los hermana.
El fanático más ignorante y el más ilustrado de los intelectuales, el chismoso en la red y el columnista de altos vuelos, los opositores más rijosos y los más influyentes líderes de opinión coinciden nuevamente.
No fue crimen de Estado, dicen, pues Enrique Peña Nieto no dio la orden de desaparecer a los 43 Normalistas de Ayotzinapa.
Nada nuevo, sostienen, contiene el informe presentado ante la Nación por Alejandro Encinas.