El entramado de complicidades en la construcción de vivienda inservible en México, que terminó abandonada, apunta a inmobiliarias, autoridades locales y, particularmente, hacia los presidentes municipales que en su momento aprobaron los proyectos.
Y entre esos alcaldes, destaca uno que hoy es acusado por otros delitos: se trata del panista Francisco Javier Cabeza de Vaca, quien como alcalde de Reynosa aprobó el segundo fraccionamiento con mayor número de vivienda inservible en el país.
También figuran como presuntos responsables los exdirectores del Infonavit de 2000 a 2018: Víctor Manuel Borrás, Alejandro Murat y David Penchyna.
Y todo ello, además, con la aprobación de los Gobiernos Federales en turno de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, quienes no sólo dieron su visto bueno, sino que en su momento presumieron la construcción de este tipo de viviendas.
Eran construcciones que en muy poco tiempo terminaron por exhibir que se trató sólo de un negocio plagado de corrupción, sin planeación alguna, en zonas de alto riesgo y aisladas de los centros de trabajo.
En síntesis: un completo fraude multimillonario a costa de trabajadores y empleados de bajos ingresos, así como del erario público, en beneficio de unos cuantos.
Hagamos un poco de historia.
Durante el sexenio de Vicente Fox, los directivos de la desarrolladora Homex presumían que podían levantar casas en un solo día. Y no mentían.
Gracias a la corrupción, dicha firma pasó de construir 7 mil viviendas en 2002 a 13 mil un año después, cuando reportó ganancias superiores a los 200 millones de dólares.
Sin embargo, con las primeras lluvias, aparecieron los defectos: sistemas de agua inservibles que inundaron las viviendas, fallas eléctricas y mobiliario de pésima calidad que tronaba al primer ajuste de perillas. En 2015, la OCDE estimó que medio millón de las casas que construyó Homex habían sido abandonadas.
Uno de los conjuntos habitacionales que levantó Homex fue lomas del mirador en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, el “Chernóbil mexicano”. Sus casas fantasma forman parte de las 650 mil viviendas abandonadas que fueron adquiridas por trabajadores con créditos del Infonavit.
La empresa Homex fue fundada en 1989 por los hermanos Gerardo y Eustaquio de Nicolás, que fueron cercanos al expresidente Enrique Peña, llegó a valer 3 mil millones de dólares en 2004, cuando cotizó en la bolsa de Nueva York, de acuerdo con el periodista Richard Marosi, del diario Los Ángeles Times.
Pero no fue la única desarrolladora que vendió falsas ilusiones de vivienda.
Tienes allí a Homex, a Urbi, a Geo que fueron de las grandes desarrolladoras que se van a la quiebra, pero que fueron de las que más desarrollaron en este periodo expansivo de vivienda que fue desastroso, hizo pedazos el desarrollo urbano del país”, explicó Carlos Martínez Velázquez, director del Infonavit.
El fraccionamiento La Trinidad, ubicado en Zumpango, Estado de México, se ofrecía como una ciudad alternativa “a sólo 45 minutos del entonces Distrito Federal”.
Casas Geo, “El mejor lugar para vivir” como rezaba el slogan de la compañía, construyó 8 mil casas con un costo promedio de 270 mil pesos. La mitad hoy están abandonadas y Casas Geo, propiedad del empresario Luis Orvañanos, se fue a la quiebra en 2019.
Quienes residen en La Trinidad hacen 2 horas y media a la Ciudad de México.
Esto implicaba para los residentes quedar muy lejos de sus centros de trabajo o de los centros de estudio, gastar muchísimo en pasajes, en desplazarse. En el caso específico de La Trinidad hay personas que llegaban a gastar hace 10 años 180 pesos de pasaje de ida y vuelta a su centro de trabajo. Lo multiplicas por el día a día y no era a veces lo del crédito”, mencionó Luis, ex ejecutivo de Casas Geo.
Las constructoras Urbi y Ara, que también se sirvieron con la cuchara grande en el frenesí inmobiliario, enfrentan demandas en Nuevo León y Baja California, no sólo por vender casas defectuosas, sino por sobreprecios de hasta 40%.
Hoy ofrecen reparar un daño que ya está hecho.
El monto del quebranto a los trabajadores que adquirieron una de las 650 mil casas abandonas con créditos del Infonavit, se estima en 178 mil 750 millones de pesos. Si lo convertimos a dólares, ese dinero alcanzaría para comprar 15 refinerías como la texana “Deer Park”, recientemente adquirida por el Gobierno de México. Así el tamaño del desfalco.
El Instituto no recibe presupuesto fiscal, sino que se fondea a través del propio ahorro del trabajador. Entonces esta estrategia de vivienda, esta visión de vivienda al final el dañado fue el propio ahorrador que es el trabajador mismo”, explicó Carlos Martínez Velázquez, director del Infonavit.
Además, las administraciones de Felipe Calderón y Peña Nieto inyectaron 60 mil millones de pesos en subsidios federales entre 2007 y 2018, lo que significó una doble pérdida.
Y en la cadena de corrupción están los presidentes municipales que aprobaron los proyectos de los fraccionamientos fantasma.
Por ejemplo, en Ciudad Juárez que encabeza la lista de municipios con más casas abandonadas, figuran José Reyes Ferriz, Jesús Delgado y Héctor Murguía.
En Reynosa, segundo municipio en la lista, aparecen Ernesto Cantú, Serapio Cantú y el ya mencionado Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien fuera edil de esta demarcación fronteriza de 2005 a 2007.
Por otra parte, está el deslinde de autoridades federales como la CFE, que no ha suscrito los contratos con quienes se acercan a regularizar sus propiedades.
“Para qué, si se roban el cableado” es la respuesta que dan los trabajadores de CFE a los inquilinos, para no iluminar sus propiedades.
En el reportaje de mañana abordaremos la experiencia de vivir en una casa de 30 metros cuadrados y darle los buenos días a invasores y presuntos delincuentes.
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