Torre Arista, obra irregular que incomoda a vecinos del Puerto de Veracruz
Los nortes han derribado vidrios de la Torre, cuyos fragmentos se distribuyen en la calle, y en la parte baja conforman una serie de vórtices que impiden el paso
Durante años, la construcción de la Torre Arista en el Puerto de Veracruz, no tuvo resistencia alguna, nadie veía ni decía nada sobre las irregularidades en su construcción y fue hasta que el Presidente López Obrador hizo un extrañamiento sobre ella en junio de 2021, que se prendieron las alarmas en distintas Secretarías y en el Gobierno de Veracruz. En el caso intervino la Secretaría del Medio Ambiente y la Procuraduría Ambiental.
Esta última es la dependencia que ha sustentado las principales irregularidades de la Torre y que hoy tienen detenida a la obra, luego de tres clausuras que se han intentado remover con amparos. El caso aún está por resolverse en tribunales.
¿Qué se ha encontrado?
La Procuraduría Ambiental encontró que en 2018, el Gobierno estatal de Miguel Ángel Yunes, exentó a la constructora de presentar una manifestación de impacto ambiental, considerada por ley. Es delicado, pues el proyecto carece de sustentos técnicos.
La Torre además no cuenta con cajones de estacionamiento, a pesar de que el anteproyecto de la obra, ingresado al municipio en noviembre de 2017, sí consideraba estos espacios en los dos primeros niveles.
Tampoco tiene un sistema de tratamiento de aguas negras, omisión grave para un edificio de departamentos y un hotel.
Cuitláhuac García Jiménez, actual gobernador de Veracruz, dijo que la obra se encuentra en completa ilegalidad, pues los permisos que logró fueron a nivel municipal con documentos que no sustentaban completamente la Torre respecto a protección civil y medio ambiente.
“Esta torre sin tener estacionamiento, imaginemos todas las instalaciones subterráneas que hay ya desde principios del siglo XX, lógicamente van a colapsar en algún momento, todo el tránsito, va a volver un caos la vida común de los veracruzanos”, señaló Saúl Alcántara Onofre, presidente del Consejo Internacional de Monumentos, UNESCO.
Hay otras anomalías, la construcción ignoró que el puerto jarocho es zona de tránsito de aves migratorias y un sitio donde golpean con fuerza los vientos de los nortes.
Esto último ha representado un constante problema para los vecinos de la calle José María Peña, que colinda con la Torre Arista, unidad en la que las personas platican sobre los inconvenientes de la construcción por la presencia de los nortes.
“Cuando empezaron la construcción, tuvimos problemas de la luz, se nos fue la luz en mero tiempo de calor, el agua, hemos tenido en tiempos que se vinieron los nortes muy fuertes, volaban cosas pesadas de allá del edificio hacia el patio que tenemos, que es un área común”, mencionó una vecina de la Torre Arista.
Los nortes han derribado vidrios de la Torre, cuyos fragmentos se distribuyen en la calle, y en la parte baja conforman una serie de vórtices que impiden el paso.
“Nos ha tirado a los vecinos, vamos caminando y nos tira la ráfaga de aire, antes no pasaba eso. […] Yo tengo un negocio de venta de comida y no puedo salir a repartir, no puedo trabajar porque el norte se siente muy fuerte”, comentó una vecina de la Torre Arista.
La Torre ha afectado incluso proyectos de vida como el de la familia de la señora Graciela Pastrana, quien ha vivido una pesadilla durante toda la construcción de la obra. Ruido, polvo, caída accidental de cemento, herramientas, una invasión a su privacidad.
“Tenemos varias paredes con esta fractura, el ayuntamiento ya tiene conocimiento, el ayuntamiento de obras públicas, Derechos Humanos, denuncias que hemos hecho, protección del medio ambiente, impacto ambiental”, detalló Graciela Pastrana Saavedra, afectada por la Torre Arista.
La casa de Graciela tiene cuarteaduras en todos los muros, y lo peor, se ha generado un daño estructural, lo que significa que la casa deberá ser demolida.
“Esta casa la levantó mi suegra con bastante sacrificio, ella me contaba cómo fueron sus primeros días de ahorrar, con el sueño de una casa. […] Si duele, sí duele dejarla, escuchar eso, demolición porque tiene historia, tiene sentimiento no es las paredes sino la historia que tiene”, dijoPastrana Saavedra.
Graciela y su familia piden en principio, más empatía de parte de las empresas responsables para recibir una indemnización justa.
“Es importante que se sepa que Ricardo Fernández y Carlos Ramos de la Medina tienen conocimiento de lo que está pasando aquí en la vivienda de José Peña y Arista, y hasta ahorita las autoridades ni ellos nos han dado un resultado”, señaló Pastrana Saavedra.
Sabedores de que son responsables de los daños a la vivienda, la empresa Andlor, de Ricardo Fernández y Carlos Ramos de la Medina, ha cubierto costos de las remodelaciones.
Sin embargo, los afectados piden también la acción determinante del Gobierno estatal y de la Presidencia de la República.