
Basureros, drenajes, vialidades y áreas naturales restringidas se han convertido en los nuevos pulmones y puntos de recreación de Ciudad de México.
Como parte del programa “Sembrando Parques”, desde 2019 se ha emprendido la recuperación de al menos 16 sitios en abandono, con los que se ha reverdecido la capital y garantizado el derecho al espacio público, en una de las metrópolis más grandes del mundo.
¿Qué eran y cuáles son algunos de los más importantes?
En los años 90, se expropiaron más de 700 hectáreas del ejido San Andrés Totoltepec, ubicado en la alcaldía Tlalpan, para que se convirtiera en un área natural protegida, aunque el acceso estaba restringido, sufrió distintas invasiones.
Ahora, más de 3 mil 400 metros cuadrados de esta área natural han sido intervenidos para la reforestación, instalación de invernaderos, un mariposario, la rehabilitación de una ciclovía de 2 kilómetros y la apertura de un espacio de educación ambiental.
Cerca de Santa Cruz Meyehualco, se encontraba uno de los tiraderos de basura más grandes de Iztapalapa, un terreno de 82 hectáreas de desperdicio.
Pero desde el 16 de octubre de este año, se convirtió en el Parque Cuitláhuac, nuevo Chapultec de Iztapalapa y el deportivo más grande de Ciudad de México, construido, en un 90%, con material reciclado.
Todo este lugar era un tiradero de basura’’, afirmó Argimio Cruz, habitante de Iztapalapa.
Estamos reciclando por cada metro cuadrado, 190 kilogramos de casacajo, 90 a 120 botellas de pet, que se pulverizó y se mezcló con los componentes cementicios e hizo que se formará el adoquín’’, comentó Germán Salgado, director del proyecto “Parque Cuitláhuac’’.
Los habitantes de Iztapalapa ya respiran el aire limpio de 61 hectáreas reforestadas, disfrutan de un kartódromo, un campo de béisbol, del skate park-bowl más grande de América Latina y aprenden de ecología entre los humedales y el pabellón hidrobotánico del parque Cuitláhuac
Gustavo A. Madero, es otra de las demarcaciones con altos índices de marginación que ha sido beneficiada con este rescate ecológico.
Aunque ahí ya había espacios como el Bosque San Juan de Aragón y el Deportivo Vívero Cuautepec, estos estaban sucios y descuidados.
En el Bosque San Juan de Aragón, una de las principales áreas verdes de Ciudad de México, con 5 millones de visitantes al año, se construyó una zona recreativa 100% incluyente, con 60 metros cuadrados de rampas de acceso, una playa de aves, para contemplar especies endémicas y migratorias y se restauró un viejo humedal, con el apoyo de expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Mientras, en el Deportivo Vívero Cuautpec, que además de haber sido maltratado, era considerado un sitio peligroso para los jóvenes.
Ahora, cuenta con luminarias nuevas, un campo de béisbol y un punto de innovación, libertad, arte, educación y saberes, pilares, en el que los jóvenes pueden concluir sus estudios en la ciberescuela y tomar talleres recreativos.
Drenajes como el Gran Canal y Canal Nacional, que alguna vez fueron importantes ríos en Ciudad de México, hoy forman parte de los parques lineales que están a unos pasos de grandes avenidas como Churubusco y Eje 1.
En conjunto, suman casi 6 kilómetros, en los que se han saneado los ríos, reforestado 708 árboles, mejorado la movilidad con ciclovías, trotapistas, 240 luminarias y hasta se ha instalado un parque canino.
Con la recuperación de estos y otros sitios como Eje 6 Sur, Periférico Oriente, el Parque Ecológico Xochimilco, avenida Chapultepec, el Parque Imán, el parque San Fernando, las Sierras Santa Catarina y de Guadalupe, el Cerro de la Estrella y el Bosque de Chapultepec, se beneficiará a más de 6 millones de capitalinos.