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Familias buscadoras amplían memorial de personas desaparecidas frente a la FGR

Un grupo de familias que buscan a sus desaparecidos y desaparecidas ampliaron el Memorial que se encuentra frente a la Fiscalía General de la República (FGR), sobre avenida Insurgentes, para recordarle a las autoridades que sigue pendiente su trabajo para llevar justicia y verdad.

Cada mosaico que se dispuso, sobre el muro en donde se encuentra el Memorial, está sublimado con huellas e imágenes de sus seres queridos. Dentro de cada huella se encuentra la fecha en que fueron vistos por última vez y un mensaje que captura quiénes son, quienes los esperan y su búsqueda.

Alrededor de la una de la tarde, las familias partieron de la Glorieta de las desaparecidas y desaparecidos, ubicada en Paseo de la Reforma, hacia las instalaciones de la FGR, luego de que se presentó el proyecto de Memorial de la Glorieta, y de sumar fotografías y fichas de búsqueda, sobre las vallas color azul que resguardan al pequeño ahuehuete.

Esas acciones formaron parte de las actividades que se hicieron en el marco del Día Internacional Contra la Desaparición Forzada que incluyeron, también, marchas y concentraciones en distintos puntos de la capital.

El primer mosaico que se colocó, para inaugurar el Memorial de las Personas Desaparecidas, fue el 20 de enero de 2020. Año con año, han asistido las familias para sumar mosaicos con los rostros de sus seres queridos.

A este mural también se suman pintas que demandan justicia y verdad, así como fichas de búsqueda que se acumulan en espera de que alguien se asome a ellas, para dar aviso a quienes los buscan.

Las familias llegaron por Insurgentes y fueron recibidos por algunos medios y personas curiosas que observaron la manifestación. Los funcionarios, que salían de las enormes puertas de la FGR, habituados a las protestas, no se inmutaron ante la presencia de las familias que, por algunas horas, ocuparon el espacio.

La actividad estuvo encabezada por los familiares de Ángel Gerardo Ramírez Chaufon, Leonel Báez Martínez y Jesús Armando Reyes Escobar, empleados de Sanborns desaparecidos desde hace tres años en la colonia Lindavista, en la alcaldía Gustavo A. Madero, y cuyo caso cimbró a la capital dado que hasta ahora hay pocos avances y sus familias continúan exigiendo justicia.

También participó Alfredo López, integrante del colectivo Huella de la Memoria y artista que impulsó el proyecto de grabar las huellas en color verde como símbolo de protesta y lucha incansable de las miles de familias buscadoras.

Una vez que determinaron el trabajo a realizar, para ver cómo se dispondrían los siguientes mosaicos y así dar continuidad al Memorial, Gerardo Ramírez, padre de Ángel, sostuvo el cincel y golpeó fuerte el muro, para preparar el cemento y asegurar el sostén de cada mosaico.

Mientras tanto, el megáfono quedó abierto y las madres congregadas en este lugar aprovecharon para denunciar, en voz alta, sus casos, y para leer el mensaje que llevaba la huella que quedaría en este memorial.

Algunos funcionarios salían y escuchaban las denuncias de las familias o tomaban foto de lo que ocurría. Los policías se mantuvieron atentos, pero sin reacción más allá de observar o tomar fotos.

Y el muro retembló y las personas gritaron al unísono, “¿por qué los buscamos? ¡Porque los amamos!”.

Al lugar también se unieron María Herrera, la activista que busca a sus cuatro hijos desaparecidos desde 2008 y 2010, quien llegó a saludar cálidamente a las familias y también para acompañarlas en esta acción.

Mientras se llevaba a cabo la colocación de los mosaicos y huellas, Mirna Lucía Rico Fernández, que busca a su hijo Rodrigo Ricardo Rico, desaparecido desde el 28 de septiembre de 2019 en Santo Tomás Ajusco km 35, Alcaldía Tlalpan, compartió a Once Noticias su decepción hacia las autoridades, porque asegura que “no han hecho nada”.

Mirna asistió a las actividades de la Glorieta y luego al memorial con sus otros hijos y su esposo. Mientras toma un descanso cuenta que ella ha emprendido la búsqueda de su hijo en solitario desde hace 3 años y 8 meses.

Comparte que apenas en junio de este año se realizó la primera búsqueda en campo llevada a cabo por la Comisión de Búsqueda de Ciudad de México.

Tanto Fiscalía como la Comisión, asegura Lucy, sólo le dicen lo de siempre “seguimos buscando”, sin embargo, ella ha encontrado información relevante para su caso: su hijo podría estar con vida en Querétaro, pero tal como señaló, les toca a las autoridades comprobar esos hallazgos.

Y es que las personas que buscan fuera de la capital se enfrentan a otro obstáculo: no hay colaboración entre autoridades.

En el caso de Lucy, las autoridades de Querétaro le han dicho que la Fiscalía es autónoma, por tanto, no permiten el acceso a SEMEFOS o a penales, para que las familias o los colectivos busquen, “nosotros tenemos que ir a dejar nuestra ficha y que ellos buscan en sus bases de datos pero ¿quién te confirman que sus bases de datos están bien?”, cuestiona.

 “Para nosotros buscar a nuestros hijos, tanto en SEMEFOS como en penales es muy importante, porque a veces les cambian el nombre y no sabemos si ellos están ahí o perdieron la memoria, las autoridades te dicen que sus bases de datos, pero ellos no pueden confirmar si perdieron la memoria o les pusieron otro nombre y no sea la misma persona”, denuncia al medio.

Otro caso es el de María Inés Zarate, quien busca a su hijo Luis Axel Guzmán Zárate, el 27 de agosto de 2021. El estudiante de la UNAM desapareció en la tienda de la transnacional WALMART , ubicada en Metro Miguel Ángel de Quevedo. Fueron de compras y su hijo pidió permiso para ir al baño, desde entonces no sabe nada de él.  Era viernes y el lunes que le seguía iniciaba clases en la Facultad de Ingeniería.

En su caso, las autoridades no sólo han sido omisas sino revictimizantes, porque desde que María Inés presentó su denuncia ante la Fiscalía ha tenido que enfrentarse a defender la memoria de su hijo porque le han dicho que si lo encontraban y resultaba que andaba de fiesta iban a demandarla a ella.

A dos años de la desaparición del estudiante universitario, las autoridades le han dicho que no hay línea de investigación. Además, el caso ha sido tan negligente y ha tenido tantas omisiones, que las autoridades no presionaron a la tienda WALMART, para entregar las cámaras de seguridad que pudieron haber grabado los últimos momentos del paradero de Luis Axel, cuando fue al baño.

La tienda argumentó que después de 60 días ya habían borrado las imágenes.

Un fiscal que no quiso dar su nombre, tal como recordó María Inés, le dijo con descaro “¿Cómo quiere que lo busquemos si nosotros no lo perdimos?”, además de que le aseguró a María Inés que pegar fichas de búsqueda no servía para nada.

 “Si te ven mal te dicen, ‘¿ya fue el psicólogo?’ Oiga nos dan pastillas para dormir, clonazepam. ¿Me la voy a pasar dormida? ¿Qué palabras me tiene que decir para entender la desaparición de mi hijo?”, enfatizó a Once Noticias.

Al concluir esta actividad, las familias regresaron a las Glorieta de las desaparecidas y los desaparecidos, para continuar con el cierre de actividades que incluía ver la función especial de la gira de documentales de Ambulante 2023, porque la película ‘Toshkua trataba sobre el caso de Mary, buscadora hondureña que también estuvo con las familias en el memorial frente a la FGR.

El Memorial de los Desaparecidos creció, aunque es un proyecto inacabado, porque las cifras lo rebasan, pero no eso no es preocupación para las familias, porque lo que sobran son espacios en esta ciudad, para ser tomados y resignificados, para ser vehículos de la indignación y símbolo del enojo, la esperanza, la lucha y la resistencia.

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