Los pañuelos verdes volvieron a tomar las calles, por el derecho a decidir.
Con pancartas, baile, música y tambores, mujeres y personas con capacidad de gestar, retomaron la consigna para que el aborto, definitivamente, deje de ser considerado un crimen.
“Queremos que la despenalización del aborto se dé en todo el país, que no solo sea en unos estados y en otros no, porque se confunde mucho con el anuncio que hizo la suprema corte de justicia de la nación, que es permitir el aborto en los hospitales federales, pero no está despenalizado’’, afirmó Martha Gómez de Las Constituyentes Mx.
“No hay políticas públicas que avalen realmente un aborto libre para todas, que haya realmente el acceso a muchas chicas y a jóvenes, que realmente no pongan en riesgo su vida’’, aseguró la coordinadora del 8m, Karla Jiménez.
Caminaron de la glorieta de las mujeres que luchan al Zócalo capitalino, para exigir una legislación incluyente, y que nadie vea vulnerados sus derechos.
“Es importante hablar no solamente de mujeres, sino también de personas con capacidad de gestar que incluye hombres trans y personas no binarias’’, dijo otra de las manifestantes.
En el caso específico del aborto, cuando se legisla sobre el aborto hablando solamente de mujeres, se crea un vacío legal que excluya personas que tienen capacidad de gestar, pero están legalmente registradas como hombres y permite que legalmente se les pueda negar el acceso al aborto.
Bajo un sol quemante avanzaron, porque a veces los anticonceptivos fallan, las pastillas del día siguiente también, o simplemente porque ser madre o decidir no serlo, no debería ser una condena.
“Que se legalice el aborto, para que nosotras podamos tener sobre todo autonomía, que ya no haya más muertes, que ya no haya más abortos clandestinos, que no haya mujeres en la cárcel por poder decidir sobre sus cuerpos, que no haya más niñas que son obligadas a ser mamás, que no haya más mujeres que son obligadas a ser mamás por una violación aunque no lo deseen’’, aseguró Andrea, otra de las manifestantes.
La falta de todo esto hace que aún tengan que recurrir a la clandestinidad para la interrupción del embarazo.
Al final, uno a uno los contingentes llegaron al zócalo capitalino, donde exigieron respuestas al legislativo sobre sus históricas demandas.