Cada día, desde temprano, Mariana repara computadoras, carga herramientas, se arrastra, mete mano a los motores y se ensucia como le dijeron “no lo hacían las niñas”…
Hoy, en su laboratorio automotriz Mariana demuestra que las mujeres hacen eso y más.
“Nunca fui como muy princesa y así, nunca fue como mi línea, siempre me llamó la atención el trabajo rudo. El amor por los automóviles empezó a crecer en mí, cuando estaba embarazada de mi primera niña, me junte muy joven, tenía yo 16 años, cuando decidimos formar una pequeña familia y la persona, bueno, mi esposo se dedicaba a instalar audio, a instalar película y demás”, agregó Mariana Bonilla, mecánica.
Lijando y pintando autos, Mariana descubrió su talento natural para los motores.
Estudió a una carrera técnica y en los últimos 10 años se ha especializado en sistemas fuel injection, computadoras y diagnóstico automotriz.
“Yo fui en el bachillerato a un CETIS de Trabajo Social y no había niños, creo que había uno en un grupo de 40 niñas, entonces, pues yo era al revés, yo era la única mujer en un grupo bastante grande de hombres”, expresó.
Todo marchó bien, hasta el día que fue a pedir su primer trabajo formal y se topó con la realidad: la discriminación de género.
Recuerdo a un señor grande, un señor grande que me dijo, pero para quién, para mí. Pero para qué… Es que quiero, porque yo soy técnico, mire, llevé mi certificado, yo estudié esto y esto y yo sé cómo funciona tal cosa. No, es que no, no tengo trabajo. No, para ti no”.
Mariana lloró tres horas y se levantó para defender lo que le gusta.
En Facebook publicaba las reparaciones que hacía y con el tiempo, consiguió clientes y patrocinadores; cuando consiguió suficientes, abrió su taller “12 Voltios”, que actualmente cuenta con dos sucursales en la Ciudad de México y 10 trabajadores.
En enero de este año, su fama en las redes sociales la llevó a compartir su historia en las charlas internacionales “Ted Talk”.
“Es muy padre, ¿no?, poder decir que de alguna forma la gente te ve, para mí era algo como que no me la creía, porque decía yo no, es que como, no, no creo, sin embargo, cuando me invitaron a dar una charla TED, me dí cuenta de la capacidad que podía tener yo y del alcance que podía tener yo”, indicó Mariana Bonilla.
La participación de mujeres en la mecánica es poca; Mariana sólo tiene dos colegas, una en Veracruz y otra en Perú.
Por eso, este mes, hace un llamado a que rompan los estereotipos que las frenan.
“No es un límite, el ser mamá joven, el ser mujer, el tener… No es un límite, si te gusta y si quieres hacerlo, vas a buscar las formas, la manera y lo vas a hacer. Entonces, hay que echarle ganas chicas”, puntualizó la entrevistada.