Este Sábado de Gloria se llevó a cabo la tradicional “Quema de Judas” en el Kiosko Morisco.
La tradicional “Quema de Judas” que data de la época de La Colonia, para evangelizar a los indígenas, volvió a la Alameda de Santa María La Ribera con maestros cartoneros de Ciudad de México. Representación de la lucha del bien y el mal, con la “quema del diablo”.
Este acto de resistencia lo hacen artesanos cartoneros, como Antonio Cruz quien desde hace una década mantienen la tradición.
“Cada año tratamos de innovar, con la Banda de música, otros grupos presentaciones artísticas, para que no solo sea la Expo venta, sino más artístico”, dijo Antonio Cruz.
Verbena que al ritmo de la banda y las mojigangas llevaron a público y curiosos por las calles de la Santa María La Ribera y la colonia Guerrero hasta la plaza donde se encuentra el monumento a Francisco Zarco, que tuvo como final la quema de dos Judas de cartón que chillaron y dieron vueltas antes de explotar.
Esto es jolgorio y agasajo para los vecinos, jóvenes y familias.
“Me pareció muy interesante conservar esta tradición tan antigua y también me pareció muy interesante el concepto”, señaló Isel García, asistente al evento.
Un viaje en el tiempo, para personas como doña Gloria, asistente al evento que recordó que cuando era pequeña iba a comprarle “su litro de pulque a su abuelita”, le daban dulces a los niños y luego ponían el palo encebado.
Desde el jueves 6 de abril, los cartoneros encabezaron un festival en el Centro Cultural de Santa María la Ribera para exponer y vender sus obras previo a la procesión de este sábado.
¿Quién fue Judas Iscariote?
La “Quema de Judas” se realiza por Judas Iscariote, discípulo de Jesucristo que lo traicionó a cambio de 30 monedas de plata.
Por ello, en Semana Santa su nombre vuelve a la actualidad e incluso aparece en algunas de las procesiones que presentan como escena el paso de su quema.
Según la Biblia, Jesús celebró una cena con sus discípulos. Entre ellos, estaba Judas Iscariote, quien fue el único que no se unió a los demás para comer.
Después de la cena, Judas aceptó una oferta de los principales sacerdotes judíos y fue a entregar a Jesús a los soldados romanos que desencadenó a su crucifixión.