Según un estudio que lideran investigadores de la Universidad de Exeter, en Gran Bretaña, los grandes abejorros se toman su tiempo para aprender la ubicación de las mejores flores y son, por tanto, selectivos a la hora de posarse en ellas,
Sin embargo, los abejorros que son más pequeños, con un alcance de vuelo más corto y una menor capacidad de carga, no prestan especial atención a aquellas flores con el néctar más rico.
Estas son algunas de las conclusiones de un trabajo que publica la revista Current Biology, en el que los científicos de la Universidad de Exeter, junto a un grupo de investigadores de la Universidad de Sussex, examinaron los vuelos de aprendizaje que la mayoría de estos insectos realizan después de dejar las flores.
Normalmente, las abejas son las que realizan estos vuelos.
Puede que no sea muy conocido que los insectos polinizadores aprenden y desarrollan preferencias individuales en cuanto a las flores”, señaló Natalie Hempel de Ibarra, del Centro de Investigación del Comportamiento Animal de Exeter.
Al dejar una flor, pueden decidir activamente cuánto esfuerzo dedicar en recordar su ubicación”, agregó.
Para esta investigadora, el sorprendente hallazgo de esta investigación es, precisamente, que el tamaño de estos insectos determina la toma de decisiones y el comportamiento de aprendizaje.