El agua radiactiva del accidente nuclear de Fukushima, según una nueva investigación de la revista Environmental Science and Technology, no se puede almacenar indefinidamente debido al riesgo continuo de terremotos y tsunamis en la región.
La fusión de la central eléctrica de Fukushima Daiichi en Japón, provocada por el devastador terremoto y tsunami en marzo de 2011, representa el accidente de energía nuclear más grave del siglo XXI hasta el momento.
El estudio alerta que no se sabe lo suficiente sobre los impactos a largo plazo del tritio (el principal radionucleido presente, con una vida media de 12.6 años) para determinar si la liberación de más de un millón de toneladas de agua puede considerarse segura o no.
Como resultado de la nueva investigación al respecto, liderada por la Universidad de Plymouth, las y los autores piden garantías de que se llevarán a cabo monitoreos regulares en diferentes componentes del ecosistema de la región, para examinar cualquier impacto que la liberación pueda tener en el medio ambiente.
Los investigadores sugirieron que se necesita más evidencia sobre los efectos futuros del tritio en presencia de factores estresantes múltiples y emergentes, como la hipoxia, el aumento de la temperatura del océano y los microplásticos, dado que la contaminación ambiental puede ocurrir en muchas combinaciones.
El nuevo estudio revela que el tritio puede ser absorbido por los sedimentos y los suelos, lo que genera preocupaciones sobre su posible transferencia al ciclo del agua y la red alimentaria.
El documento además estima que el tritio puede causar daños en el ADN de ciertas especies de peces, lo que podría afectar su aptitud física y reproductiva y, en última instancia, la diversidad genética de una población.
Sin embargo, los expertos en la materia dicen que hay pocos datos disponibles sobre la distribución, el comportamiento y los efectos potenciales del agua tritiada y del tritio ligado orgánicamente y, por lo tanto, evaluar los riesgos generales es casi imposible.
También dicen que la situación de Fukushima no se puede comparar con el accidente de Chernóbil, como han intentado hacer algunas autoridades, dadas las diferentes ubicaciones geográficas de las dos plantas y el hecho de que los impactos ambientales a largo plazo de Chernóbil aún están en debate.