Investigadores de la NASA utilizaron datos de seguimiento de precisión de la nave espacial OSIRIS-REx para comprender mejor los movimientos del asteroide potencialmente peligroso Bennu hasta 2300.
El resultado de los cálculos reduce significativamente las incertidumbres relacionadas con su órbita futura y mejora la capacidad de los científicos para determinar la probabilidad de impacto total y predecir las órbitas de otros asteroides.
En 2135, el asteroide Bennu se acercará a la Tierra.
Aunque el objeto cercano a la Tierra no representará un peligro para nuestro planeta en ese momento, los científicos deben comprender la trayectoria exacta de Bennu durante ese encuentro para predecir cómo la gravedad de la Tierra alterará la trayectoria del asteroide alrededor del Sol y afectará al peligro de impacto a la Tierra.
Usando la Red de Espacio Profundo de la NASA y modelos de computadora de última generación, los científicos pudieron reducir significativamente las incertidumbres en la órbita de Bennu, determinando que su probabilidad de impacto total durante el año 2300 es de aproximadamente 1 entre 1.750, es decir un 0.057%.
Los investigadores también pudieron identificar que el 24 de Septiembre de 2182 como la fecha única más significativa en términos de impacto potencial, habrá una probabilidad de impacto de 1 entre 2 mil 700.
Aunque las posibilidades de que golpee la Tierra son muy bajas, Bennu sigue siendo uno de los dos asteroides conocidos más peligrosos de nuestro Sistema Solar, junto con otro asteroide llamado 1950 DA.
Antes de partir de Bennu el 10 de Mayo de 2021, OSIRIS-REx pasó más de dos años muy cerca del asteroide, recopilando información sobre su tamaño, forma, masa, y composición, mientras se monitorea su giro y trayectoria orbital.
La nave espacial también recogió una muestra de roca y polvo de la superficie del asteroide, que entregará a la Tierra el 24 de Septiembre de 2023 para una mayor investigación científica.