Más de 175 mil personas mueren cada año en Europa debido a los efectos de la ola de calor extrema, según la división europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre los aproximadamente 489 mil decesos mundiales relacionados con el calor, registrados anualmente por la OMS entre 2000 y 2019, Europa representa 36% de estas víctimas, es decir, un promedio de 176 mil 40 muertes al año durante el mismo período.
La región Europa que se extiende hasta Asia Central, es la que se está calentando más rápido, a una velocidad aproximadamente el doble de la media global, por ello su mortalidad relacionada con el calor aumentó 30% en los últimos 20 años.
“Las temperaturas extremas exacerban las enfermedades crónicas, incluidas las cardiovasculares, respiratorias y cerebrovasculares, la salud mental y las afecciones relacionadas con la diabetes”, explica la OMS Europa.
También son responsables del “estrés térmico”, que ocurre cuando el cuerpo humano ya no puede mantener su temperatura entre 36 y 37 grados, y que hoy en día es la principal causa de mortalidad relacionada con el clima en la región.
“Los tres años más calurosos jamás registrados en la región europea de la OMS se han producido desde 2020, y los diez años más calurosos desde 2007”, detalló la OMS.
Este panorama, detalló la organización, es posible enfrentarlo si los comportamientos simples son adaptados como mantenerse a salvo del calor, conservar la vivienda fresca e hidratarse de manera regular.
Ante ello, el jefe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, llamó a la población a ponerse a a “la altura frente a la epidemia de calor extremo y abogó por medidas concretas para enfrentar a este asesino invisible”.
Asimismo, estimó que es necesario atender a las personas vulnerables, proteger a los trabajadores expuestos al calor y limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados.