Ciencia

Capsula Starliner regresa a la Tierra tras vuelo de prueba a la EEI

La misión Orbital Test Flight 2 era el último obstáculo por superar para Starline antes de llevar humanos en otra misión de prueba

La nave Starliner de Boeing aterrizó en el desierto de White Sands, en el estado de Nuevo México (Estados Unidos), completando con éxito su vuelo de prueba a la Estación Espacial Internacional (EEI), comunicado la NASA.

El vuelo no tripulado despegó con un cohete Atlas V el 19 de mayo, desde la plataforma de lanzamiento en Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos) y estuvo acoplada a la base orbital por varios días. El vuelo fue parte del Programa de Tripulación Comercial de la NASA.

La misión Orbital Test Flight 2 (OFT-2) era el último obstáculo por superar para Starline antes de llevar humanos en otra misión de prueba, que podría efectuarse a finales de año. 

El Starliner se acopló a la Estación Espacial Internacional el viernes, un día después de despegar del Centro Espacial Kennedy de Florida.

Durante el fin de semana, los astronautas que están a bordo de la plataforma de investigación abrieron la escotilla y “saludaron” a los pasajeros de la cápsula: Rosie the Rocketeer, un maniquí equipado con sensores y un peluche llamado Jebediah Kerman, un personaje de videojuegos e indicador de gravedad cero de la nave.

La nave espacial trajo de vuelta más de 270 kilogramos de carga, incluyendo tanques reutilizables que proporcionan aire respirable a los miembros de la tripulación de la estación, que serán reformados y subidos en un futuro vuelo.

Mientras sobrevolaba el Océano Pacífico, el Starliner inició una maniobra de desorbitación y expulsó su módulo de servicio prescindible, dejando el módulo de la tripulación restante para que soportara temperaturas de unos 3 mil grados Fahrenheit (1650 Celsius) durante la reentrada atmosférica.

Tras perder la mayor parte de su velocidad, desplegó una serie de paracaídas que culminaron en sus tres gigantescos paracaídas principales, de color rojo, blanco y azul. A 3 mil pies de altura, se desprendió de su escudo térmico base, dejando al descubierto unos airbags que facilitaron un suave aterrizaje.

Sin embargo, la misión no estuvo exenta de contratiempos, que los equipos de la NASA y de Boeing tienen previsto examinar a fondo por si pudieran causar problemas en el futuro.

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