La investigadora de la Universidad de Ileja, Charlote Martial, dijo que la primera evidencia científica de una experiencia cerca a la muerte sucedió con un paciente de edad avanzada en coma y epiléptico, quien sufrió un ataque al corazón y murió mientras era monitoreado por electrodos, lo que registró qué pasaba en el cerebro al momento de morir.
En este estudio accidental, dijo, los registros indicaron ráfagas de actividad asociadas con la memoria, la meditación y los sueños, entre los distintos tipos de ondas cerebrales.
“En particular, destacaron la presencia de ondas gamas, asociadas con los recuerdos, lo que sugiere que el paciente estaba recordando mientras moría”, señaló.
Este caso fue publicado en la Revista Frontiers in Again Neuroscience.
Después de todo, resaltó, sí es posible que al morir se pueda tener una visión de la vida o al menos algunos pasajes de ella, tal vez los más importantes.