Ciencia

Científicos evidencian el daño que ocasiona la exposición permanente a la luz azul

Cada vez hay más pruebas de que la luz azul tiene el potencial de dañar los ojos humanos contribuyendo a enfermedades que van desde el glaucoma hasta la degeneración retiniana.

Desde la talavera poblana a la música de blues, la etapa azul de Picasso y hasta el gato triste y azul de Roberto Carlos dan cuenta de la luz que es a nuestra vida este melancólico color.

Sin embargo la excesiva luz en este tono podría no ser tan buena para la salud.

La profesora Jadwiga Giebultowicz y su equipo de trabajo del Departamento de Biología integrativa de la Universidad Estatal de Óregon, publicó en la revista Frontiers in Ageing, una comparación de los niveles de ciertos metabolitos, en moscas de la fruta expuestas a la luz azul (Bl) por dos semanas contra moscas que estuvieron, el resultado indica que la exposición a luz azul causa diferencias significativas en los niveles de estas sustancias, en particular del succinato que se eleva y del glutamato que disminuye.

En condiciones normales el succinato se relaciona con los procesos de oxidación de glucosa en el nivel celular y el glutamato interviene tanto en la producción de energía a partir de los alimentos, como neurotransmisor y precursor de otro neurotrasmisor, ambos implicados en la comunicación entre neuronas.

Los cambios registrados por los investigadores sugieren que las células expuestas a este tipo de luz tienen un metabolismo menos eficiente y un proceso de envejecimiento acelerado.

La exposición excesiva a la luz azul emitida por pantallas de teléfonos celulares, televisores y computadoras, afecta nuestra función celular básica y puede acelerar el envejecimiento.

Este mismo equipo de investigación ya había dado a conocer estudios que vinculaban la activación de genes protectores del estrés celular al exponer a estas mismas moscas a luz azul.

Aunque la luz solar también incluye luz azul, actualmente las personas están expuestas a una gran cantidad de fuentes artificiales de esta como dispositivos electrónicos y luces de interior, si bien la exposición a la luz azul durante el día puede ayudar con el estado de alerta y el rendimiento intelectual, también puede alterar el ritmo de sueño, alimentación en incluso de secreción hormonal, en especial si se expone a pantallas antes de dormir.

Si bien el vínculo entre envejecimiento y este tipo de luz se conoce desde hace tiempo, este estudio es de los primeros que la asocia directamente a una parte del metabolismo celular. 

La luz azul, que se caracteriza por la luz de onda corta de alta energía, ha atraído interés por ser un peligro potencial para la salud humana. Este tipo de luz es común en la iluminación artificial, como los diodos emisores de luz led, a los que los seres humanos están cada vez más expuestos.

Cada vez hay más pruebas de que la luz azul tiene el potencial de dañar los ojos humanos contribuyendo a enfermedades que van desde el glaucoma hasta la degeneración retiniana y la maculopatía relacionada con la edad; sin embargo, se sabe poco sobre los mecanismos de daño.

Investigaciones recientes sobre los efectos de la Bl se centraron en las células relacionadas con la retina humana in vitro y sugieren que esta luz puede aumentar las especies reactivas de oxígeno, causar daño al ADN, alterar la función mitocondrial y dañar los lisosomas

Cada color en el espectro de luz visible tiene una longitud de onda y un nivel de energía diferentes. la luz azul tiene longitudes de onda más cortas y mayor energía que otros colores. algunas investigaciones muestran un vínculo entre el daño ocular y la luz azul de onda corta con longitudes de onda entre 415 y 455 nanómetros. la mayor parte de la luz de los ledes utilizados en teléfonos inteligentes, televisores y tabletas tiene longitudes de onda entre 400 y 490 nanómetros.

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