Los científicos clonaron dos hurones de patas negras en peligro de extinción, llamados Noreen y Antonia, a partir de los genes de un animal que murió hace más de 30 años.
Noreen y Antonia nacieron en el centro de conservación de hurones en mayo de 2023, sin embargo el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos esperó casi un año para anunciar los nacimientos para asegurar la supervivencia de esta especie.
Las dos hurones son una copia genética de un hurón llamado Willa que murió en 1988 y cuyos restos fueron congelados en los primeros días de la tecnología del Ácido desoxirribonucleico (ADN).
Los restos de Willa, congelados en la década de 1980 y conservados en el Zoológico Congelado de la Alianza de Vida Silvestre del Zoológico de San Diego, podrían ayudar a los esfuerzos de conservación porque sus genes contienen más variaciones únicas, según el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos.
“Los hurones de patas negras son un tipo de comadreja nocturna con marcas en los ojos oscuros que se asemejan a una máscara de ladrón. Su presa son los perros de las praderas, y los hurones cazan a los roedores en enormes colonias de madrigueras en las llanuras”, detalló.
Los biólogos planean intentar criar a Noreen y Antonia después de que alcancen la madurez a finales de este año.
“La ciencia requiere tiempo y no ocurre instantáneamente”, publicó el portavoz del Servicio de Pesca y Vida Silvestre, Joe Szuszwalak.
Para clonar estos dos hurones, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre trabajó con zoológicos y organizaciones conservacionistas y con ViaGen Pets&Equine, una empresa de Texas que clona caballos y animales de compañía.