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“Colmena” o la primera misión de la UNAM a la Luna

El investigador del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) señaló que este proyecto, de frontera a escala internacional, es pionero por lo que investigará y por el nivel que empleará en aplicaciones espaciales, con robots de pocos centímetros de diámetro.

De igual forma, Alejandro Farah Simón, del Instituto de Astronomía, destacó el impulso que históricamente se le ha dado a esta área en la Universidad y que en la actualidad se refleja en la existencia del Programa Espacial Universitario (PEU) y en la carrera de ingeniería aeroespacial, por ejemplo.

En conferencia de prensa a distancia, Medina Tanco explicó que la misión a la Luna permite desarrollar tecnología e infraestructura y colocar a la Universidad en el uso de satélites pequeños para diversas aplicaciones,  además de posicionarla, en una o dos décadas, en otros campos.

Ahora, la Universidad ocupa el nicho de la microrobótica en aplicaciones espaciales, con la fabricación de pequeños robots que trabajan en equipo. Son baratos, robustos, reemplazables y operan en bajas gravedades, entre otras ventajas sobre otros más grandes y complejos.

En este caso son nueve robots que solos, sin intervención ni control externo, obedecen reglas preprogramadas, navegarán aleatoriamente sobre la superficie de la Luna y conseguirán generar un sistema de referencia entre ellos mismos. Además, registrarán mediciones del ambiente más cercano de la superficie lunar, el cual se caracteriza por  una atmósfera polvorienta con gas ionizado complejo que nunca se ha estudiado.

Serán lanzados en la nave Peregrine de la empresa privada Astrobotic, que también llevará experimentos de otros países y de la NASA. El alunizaje de la carga universitaria (con un total de 500 gramos, incluida una especie de catapulta) se llevará “en una región interesante de la Luna, entre tierras altas (la superficie más clara) y mares (la parte más oscuro)”, refirió Medina Tanco.

Para realizar su labor cuentan con computadoras, sensores de corriente, de voltaje, de proximidad, de temperatura, de direccionalidad y de potencial electromagnético, además de sistemas de telecomunicaciones y motores independientes para movilidad, entre otros componentes. Resistirán temperaturas que oscilarán entre menos 120 grados centígrados y 120 grados centígrados antes de alunizar.

La misión durará un día lunar, es decir, aproximadamente 13 días terrestres. Cada robot trabajará como un centro de medición independiente y enviará los datos para su análisis.

Colmena es enteramente desarrollada en el Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX) del ICN, con apoyo de la Agencia Espacial Mexicana (AEM) el Conacyt, el gobierno del estado de Hidalgo, así como de diversas empresas de tecnología socialmente comprometidas con el desarrollo científico, tecnológico y económico de México.

En el diseño, construcción y validación de los instrumentos, destacó Gustavo Medina Tanco, han participado alumnos de la UNAM, de diversas carreras y niveles de estudio.

La Universidad colabora e impulsa la creación de la nueva Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio.

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