Las temperaturas extremas provocadas por el cambio climático causan hambre en casi 100 millones de personas y aumentaron las muertes por calor 68% en poblaciones vulnerables de todo el mundo, ya que la “adicción a los combustibles fósiles” mundial deteriora la salud pública cada año, informaron médicos en un nuevo estudio.
La quema de carbón, petróleo, gas natural y biomasa en todo el mundo genera una contaminación atmosférica que mata a 1.2 millones de personas al año, según un informe publicado en la revista médica Lancet.
“Nuestra salud está a merced de los combustibles fósiles”, declaró la investigadora en materia de salud y clima del University College de Londres Marina Romanello, directora ejecutiva de Lancet Countdown.
Asimismo, dijo que están observando una adicción persistente a los combustibles fósiles que no sólo amplifica las repercusiones del cambio climático en la salud, sino que, además, en este momento, se suma a otras crisis concurrentes con las que nos enfrentamos a nivel mundial.
“Como la actual pandemia de COVID-19, la crisis asociada al costo de la vida y las crisis energética y alimentaria que se desencadenaron tras el conflicto en Ucrania”, puntualizó.
En el reporte anual Lancet Countdown, que analiza el cambio climático y la salud, casi 100 investigadores de todo el mundo destacaron 43 indicadores en los que el cambio climático contribuye a enfermar o debilitar a las personas, con un nuevo análisis del hambre añadido este año.
“Y los efectos del cambio climático sobre la salud se incrementan rápidamente”, dijo Romanello.
Además, los científicos y el informe señalan que la contaminación atmosférica provocada por la quema de carbón, petróleo y gas causa alrededor de 1.2 millones de muertes al año en todo el mundo, por culpa de las pequeñas partículas presentes en el aire.