Basta una muestra de mucosa, un teléfono inteligente y 10 minutos para que este dispositivo desarrollado por investigadores de las universidades de Lille y Marsella, en Francia, otorgue un diagnóstico para conocer si una persona tiene o no COVID-19.
Pondrás la muestra directamente sobre el electrodo, puedes poner el teléfono sobre la mesa, puedes tomarte un café, un helado, puedes ir a tomar una ducha y diez minutos después puedes volver y poner un líquido revelador en la interfaz, enciendes tu teléfono móvil, se emitirá una señal y dependiendo de la amplitud de esa señal, puede decirte si eres positivo o negativo a COVID-19”, mencionó Sabine Szunerits, investigadora de la Universidad de Lille.
Lo llaman Cordial-1 y para detectar la presencia de Sars Cov-2 utilizan pequeñas partículas de anticuerpos extraídos de camélidos que servirán como biomarcadores cuyos resultados serán amplificados por un smartphone en el que previamente se descargue la aplicación de esta prueba rápida.
Hasta ahora, han realizado pruebas iniciales con 300 muestras y su eficacia ha sido de 90%, un rango comparado con las tradicionales pruebas PCR, hasta ahora las más confiables para la detección de COVID-19.
Sin embargo, sus desarrolladores aseguran que su potencial de uso va más allá del COVID-19.
Su uso no es exclusivo para la detección de COVID-19, también podemos adaptarlo para cualquier otro tipo de análisis o biomaterial, para detectar bacterias o muchos otros tipos de detección. Es muy simple, tomas este pequeño sensor y solo tenemos que cambiar la química, es decir, las moléculas receptoras en la superficie de este detector y el resto será exactamente el mismo”, comentó Rabah Boukherroub, investigador de la Universidad de Lille.
El siguiente paso para esta tecnología es acreditar pruebas clínicas con más de mil personas antes de someter su innovación a una aprobación sanitaria.