Ciencia

¿Cuál es la ciencia detrás de un perro rescatista?

Los perros deben ser entrenados con disciplina para desarrollar más sus habilidades innatas.

Más allá del innegable vínculo cultural y ancestral con estos caninos, los perros tienen características biológicas que los hacen ideales para ser rescatadores: el olfato consiste en células o conjunto de ellas que tiene alguna proteína en su superficie. 

Cuando lo anterior ocurre, la superficie tiene la capacidad de adherirse a las moléculas que componen los olores, por lo que se desencadena una serie de impulsos desde esos receptores hasta áreas especializadas del cerebro.    

En el caso de los perros, estos poseen más de 300 millones de receptores olfativos en sus narices en comparación con los 6 millones que los seres humanos tienen. Además de ello, el llamado órgano de Jacobsen, una parte del aparato olfativo del perro situado en la nariz y que se extiende hasta casi la laringe, se conecta respondiendo a una sustancia que carece de olor, usualmente. 

Este proceso sucede sin contar que la parte del cerebro dedicada a la detección y procesamiento de los olores, el bulbo olfatorio es aproximadamente 40% mayor en los perros que en los seres humanos, en relación con el tamaño del cerebro. 

Un perro cualquiera puede detectar algunas sustancias a concentraciones de una parte de un trillón, lo que equivale a una gota diluida en 20 albercas olímpicas.

Pero, estos perros rescatadores no nacen siendo héroes. Su entrenamiento es arduo y requiere disciplina y compromiso por parte de su entrenador o entrenadora. 

La herramienta más importante de los perros rescatistas es su olfato. Están específicamente entrenados para localizar los olores que los humanos emanan debajo de los escombros, como sangre o quemaduras.

El segundo elementos indispensable es su trabajo con las personas, es decir, los perros y los humanos trabajan juntos teniendo que resistir al calor o frío extremos, al polvo y al humos; sin embargo, estos canes también pueden trabajar a la vez con otros perros. 

Como resultado, en el caso de México, los equipos de rescate ayudados por estos perros entrenados, consiguieron rescatar  a 70 personas con vida y recuperaron más de un centenar de cadáveres en el terremoto del pasado 19 de septiembre en nuestro país. 

 

Perros destacados

  • Frida: una labradora que participa en la búsqueda de supervivientes junto a la Marina mexicana, ayudó al rescate de 56 personas con vida tanto en México como en otros países.
  • Chichí: quien junto a su entrenador ayudó a buscar personas en los edificios colapsados durante el sismo del 21 de septiembre de 2017, en CDMX.
  • Eska, Oporto, Titán, Eros, Ecko, Gery, Kublay, Gala y Evil son algunos de los nombres de los otros binomios que también participaron en los diferentes trabajos de rescate en el sismo del 19 de septiembre, y algunos de ellos acaban de regresar de Tuquía, tras los sismos del 6 de febrero de este año.

Salvo Proteo, el perro rescatista que lamentablemente falleció durante las labores de auxilio, y a quien ayer se le rindió un merecido homenaje en la Base Aérea Milita no.1 de la Fuerza Aérea Mexicana.

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