Cucarachas cyborg ayudarán a monitorear el medio ambiente
Detrás de su cabeza, la cucaracha carga una tarjeta de control que envía impulsos eléctricos a sus extremidades para estimular o detener el movimiento.
Un cucaracha-cyborg camina a voluntad de un grupo de científicos en los laboratorios del Instituto de Investigación Riken, en Japón.
Detrás de su cabeza carga una tarjeta de control que envía impulsos eléctricos a sus extremidades para estimular o detener el movimiento.
“Nuestro propósito principal es que pueda ser usada para la búsqueda de sobrevivientes en lugares donde han ocurrido desastres naturales, en particular, cuando ocurre un terremoto y las personas están atrapadas en los escombros de edificios colapsados. nuestra investigación busca tener aplicación en cosas que puedan entrar en cavidades muy pequeñas y este tipo de entornos’’, dijo el investigador en Instituto Riken, Kenjiro Fukuda.
Los desarrolladores de esta investigación aseguran que la limitante con los robots diminutos es la autonomía de baterías, pues al ser dispositivos pequeños, el tiempo de operación también es reducido.
Sin embargo, encontraron en estos insectos una plataforma adecuada con la que pueden eficientar energía y cumplir los mismos propósitos que con los micro robots.
“Un beneficio clave para estos insectos cyborgs es cuando puedes aprovechar los movimientos de estos animales, los insectos pueden tener movimiento propio, por lo que la energía requerida disminuye significativamente’’, consideró el investigador en Instituto Riken, Kenjiro Fukuda.
Para garantizar carga suficiente que permita la operación de la tarjeta de control, los investigadores colocaron una delgada celda solar en la parte trasera de la cucaracha.
“Aunque colocamos esta delgada celda sobre una parte de su cuerpo, somos capaces de producir una carga eléctrica sin obstruir el movimiento de los segmentos en el abdomen de la cucaracha, entonces nos aseguramos de que esta libertad de movimiento también pueda producirnos electricidad suficiente’’, agregó el investigador en Instituto Riken, Kenjiro Fukuda.
Aseguran que otra ventaja al usar cucarachas-cyborg es que estos insectos alcanzan su madurez en solo cuatro meses y pueden vivir hasta cinco años en cautiverio.