La deforestación en la Amazonía brasileña aumentó 150% en diciembre en relación con el mismo periodo de 2021, según un reporte oficial publicado este viernes que abarca el último mes del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro en el cargo.
El monitoreo satelital detectó 218.4 kilómetros cuadrados de cubierta forestal destruida el mes pasado en la parte de Brasil de la selva tropical más grande del mundo, según datos del sistema de vigilancia satelital DETER, del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
El área, casi cuatro veces el tamaño de Manhattan, aumentó 150% en relación con los 87.2 kilómetros cuadrados deforestados en diciembre de 2021, de acuerdo con INPE.
Bolsonaro, quien fue reemplazado el 1 de enero por el presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, provocó protestas internacionales durante sus cuatro años en el cargo por una oleada de incendios y talas en la Amazonía, recurso clave en la carrera internacional por frenar el cambio climático.
Bajo la administración de Bolsonaro, un aliado de la agroindustria y negacionista del cambio climático, la deforestación anual promedio en la Amazonía brasileña aumentó 75.5% con respecto a la década anterior.
“El gobierno de Bolsonaro puede haber terminado, pero su nefasto legado ambiental se sentirá por mucho tiempo”, dijo en un comunicado Marcio Astrini, secretario ejecutivo del Observatorio del Clima, una coalición de grupos ambientalistas.
El pasado diciembre fue el tercer peor registrado por el programa DETER en sus ocho años de existencia, después de 2017 y 2015.
La deforestación en 2022 también estuvo cerca o en niveles récord durante los meses de estación seca (agosto, septiembre y octubre), cuando la tala de árboles y los incendios a menudo aumentan debido al clima más seco.
Los expertos dicen que la destrucción se debe principalmente a las granjas y los acaparadores de tierras que talan la selva para ganadería y cultivos.
El mandatario izquierdista, de 77 años, que ya gobierno el país entre 2003 y 2010, prometió reiniciar los programas de protección ambiental, luchar por la deforestación cero y garantizar que el gigante latinoamericano deje de ser un “paria” en temas climáticos.