Ciencia

Descubren molécula microbiana que convierte las plantas en “zombis”

Las bacterias parásitas aplican un mecanismo de manipulación para retrasar el envejecimiento de las plantas que podría ofrecer nuevas formas de proteger los cultivos amenazados por enfermedades.

Los parásitos manipulan los organismos de los que viven para adaptarlos a sus necesidades, a veces de forma drástica.

 

En el caso de algunas plantas, cuando están bajo el efecto de un parásito sufren cambios tan amplios que se las describe como ‘zombis'”, explica el estudio.

 

Dejan de reproducirse y sólo sirven de hábitat y huésped para los patógenos parasitarios”, señala.

Hasta ahora, no se sabía muy bien cómo sucedía esto a nivel molecular y mecánico, pero una investigación del grupo Hogenhout del Centro John Innes y sus colaboradores, en Reino Unido, publicada en la revista Cell, ha identificado una molécula manipuladora producida por la bacteria phytoplasma para secuestrar el desarrollo de la planta.

Cuando está dentro de una planta, esta proteína hace que se descompongan reguladores clave del crecimiento, lo que desencadena un crecimiento anormal.

Las bacterias phytoplasma pertenecen a un grupo de microbios famosos por su capacidad para reprogramar el desarrollo de sus plantas huésped.

Este grupo de bacterias suele ser responsable de las “escobas de bruja” que se ven en los árboles, donde un número excesivo de ramas crecen juntas.

Estos brotes tupidos son el resultado de que la planta está atrapada en un estado vegetativo “zombi”, incapaz de reproducirse y, por tanto, de progresar a un estado de “juventud eterna”.

La bacteria también puede causar enfermedades devastadoras en los cultivos, como el amarillo del aster, que provoca importantes pérdidas de rendimiento en cultivos de grano y de hoja, como la lechuga, zanahoria y cereales.

 

Los fitoplasmas son un ejemplo espectacular de cómo el alcance de los genes puede extenderse más allá de los organismos para impactar en los entornos circundantes”, explicó la profesora Saskia Hogenhout, autora correspondiente del estudio.

 

Nuestros descubrimientos arrojan nueva luz sobre un mecanismo molecular que está detrás de este fenotipo ampliado y que podría ayudar a resolver un problema importante para la producción de alimentos”, agregó.

Los nuevos hallazgos muestran cómo la proteína bacteriana conocida como SAP05 manipula las plantas aprovechando parte de la maquinaria molecular del propio huésped.

Esta maquinaria, denominada proteasoma, suele descomponer las proteínas que ya no son necesarias dentro de las células vegetales.

El SAP05 secuestra este proceso, haciendo que las proteínas de las plantas que son importantes para regular el crecimiento y el desarrollo sean arrojadas a un centro de reciclaje molecular.

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