Considerado un ícono de la biodiversidad mexicana y un enigma para la ciencia, el ajolote (Ambystoma mexicanum) es una especie de salamandra que ha cautivado a expertos y al público por su capacidad de regeneración y su permanencia en estado larvario durante toda su vida, un fenómeno conocido como neotenia.
Sin embargo, esta singular criatura enfrenta una alarmante disminución en su población y se encuentra en peligro crítico de extinción.
Legado mitológico y biológico
Según la mitología mexica, el ajolote es la encarnación del dios Xólotl, quien se transformó en esta criatura para evitar ser sacrificado.
A diferencia de otras salamandras, este anfibio no experimenta una metamorfosis completa, lo que le permite conservar sus branquias externas y su fisionomía juvenil.
Además, posee la notable habilidad de regenerar extremidades, médula espinal e incluso partes de su cerebro sin dejar cicatrices, una capacidad que lo ha convertido en objeto de estudio en el campo de la medicina regenerativa.
Hábitat amenazado
El ajolote es endémico de los canales de Xochimilco, al sur de Ciudad de México, donde su número ha caído drásticamente debido a la urbanización, la contaminación y la introducción de especies invasoras como la tilapia y la carpa, que depredan sus larvas y compiten por alimento.
De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en 2019 se estimó que su población silvestre oscila entre 50 y mil ejemplares.
Conservación
Ante el inminente riesgo de extinción, diversas organizaciones y el Gobierno han implementado estrategias de conservación, como la restauración de chinampas ecológicas, que filtran el agua y crean refugios para la especie.
Asimismo, centros de investigación continúan estudiando su capacidad regenerativa con la esperanza de aplicar sus mecanismos a la medicina humana.
A pesar de su vulnerabilidad en la naturaleza, el ajolote es criado en cautiverio en laboratorios y acuarios de todo el mundo, donde su popularidad ha crecido como mascota y objeto de estudio.
Sin embargo, en varios países su comercio internacional está restringido para evitar la extracción ilegal de ejemplares de su hábitat natural.
Símbolo cultural en riesgo
Más allá de su relevancia científica, el ajolote es un símbolo de la identidad mexicana, presente en la cultura popular y la divulgación científica.
Su imagen aparece en billetes, exposiciones y productos de consumo. No obstante, su permanencia en el ecosistema depende de la conciencia ambiental y las acciones de conservación.
Organizaciones locales han impulsado iniciativas de ecoturismo y educación ambiental para sensibilizar a la población sobre la importancia de proteger esta especie única en el mundo.