OpenAI, la empresa estadounidense especializada en las herramientas basadas en la inteligencia artificial (IA) y creadora de ChatGPT, abrirá una oficina en Dublín, la primera en un país de la Unión Europea, publicó en su blog.
“Expandimos nuestra presencia en Europa con nuestra nueva oficina en Dublín y prevemos agrandar nuestro equipo este año en Irlanda”, explicó en el mensaje.
La empresa elogió “la fortaleza del ecosistema tecnológico y de las start-ups en Dublín y ciudades como Cork, Galway y Limerick“, y dijo estar lista para colaborar con el Gobierno para apoyar su estrategia nacional de inteligencia artificial, además de trabajar con la industria, las start-ups y los investigadores.
El grupo, con sede en San Francisco, abrió una oficina en Londres en junio, la primera fuera de Estados Unidos.
Muchos gigantes tecnológicos estadounidenses eligen Irlanda para establecer su sede en la UE, gracias a las ventajas fiscales.
El servicio ChatGPT de OpenAI sufre actualmente una bajada de popularidad, después del enorme entusiasmo que suscitó su lanzamiento.
OpenAI también se enfrenta a una creciente resistencia por parte de los medios de comunicación y otras plataformas.
Reducir la huella de carbono
A medida que se multiplican los centros de datos, fundamentales para la vida digital, la huella de carbono del sector tecnológico aumenta, pero la inteligencia artificial podría reducirla, según sus promotores.
Hay mucho en juego: para 2025 se prevé que el sector consuma 20% de la electricidad producida en todo el mundo y sea responsable de 5.5% de las emisiones totales de carbono.
Además, es probable que la proliferación de usos y aplicaciones cada vez más demandantes de energía acelere aún más este ritmo.
“La caja de Pandora está abierta. Podemos utilizar la IA para mejorar las aplicaciones y hacerlas compatibles con los requisitos climáticos, o no hacer nada y sufrir las consecuencias “, reconoció Arun Iyengar, director ejecutivo de Untether AI, empresa que busca fabricar semiconductores de menor consumo energético para la IA.
La transformación de los servidores de datos del mundo para que estén preparados para la inteligencia artificial está en marcha, un proceso que un ejecutivo de Google calificó como “un punto de inflexión en la informática que ocurre una vez en una generación“.