Ciencia

Estudian efectos de calentamiento global en Groenlandia

Bloqueado once de cada doce meses por el hielo, el Scoresby Fjord, el mayor conjunto de fiordos del mundo, conserva una gran parte de sus misterios.

La estación de investigación Summit Camp registró su mes de julio más caluroso en la capa de hielo de Groenlandia, acentuando la urgencia de la labor de los científicos de esta misión, a la búsqueda de conocimientos sobre los efectos del calentamiento global en los fiordos.

“El riesgo es la desaparición de un ecosistema completo”, explica Eric Marechal, uno de estos científicos, director de investigación del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) en Francia y especialista en microalgas presentes en la nieve y el hielo.

Bloqueado once de cada doce meses por el hielo, el Scoresby Fjord, el mayor conjunto de fiordos del mundo, conserva una gran parte de sus misterios.

Además del peligro de chocar con icebergs, que representan en algunos lugares hasta la mitad de la superficie, la misión científica también está armada para hacer frente a la eventual presencia de osos polares.

Pero vale la pena correr estos riesgos afirma la tripulación.

“El calentamiento global entra aquí en una fase intensa. Tenemos que documentarlo”, subraya el jefe de la expedición, Vincent Hilaire, dirigente de la asociación Greenlandia, responsable de la misión que se lleva a cabo en este mes de agosto.

La tarea se centró en particular en la recogida de muestras de nieve y microorganismos marinos.

El calor del sol de agosto abre senderos de nieve derretida en los bordes de los icebergs y el rugido de los glaciares que constelan el fiordo llena la atmósfera.

Algunos icebergs son monolitos azules tallados, más altos que un edificio de apartamentos. Otros son simples montículos cubiertos de capas de nieve.

Incluso la geografía de los lugares es incierta y el peligro de ser aplastado entre dos bloques gigantes de hielo es palpable.

“El factor tiempo nos apremia. Además los mapas (de los hielos) con los que contamos no son fiables. Hay un gran desfase entre los mapas y la realidad, así que avanzamos a tientas con la línea de sonda y de profundidad. Luego todo se resume a ‘descubrir y adaptarse'”, subraya el capitán del velero, David Delample.

El único foco de vida humana en un radio de 500 kilómetros es el pueblo de Ittoqortoormiit y sus 300 habitantes. A mediados de septiembre, el acceso al fiordo se cerrará.

“La próxima generación de científicos observará un derretimiento masivo en Groenlandia. Tenemos que darles todas las muestras posibles”, lamenta Vincent Hilaire.

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