Estudio revela que la falta de sueño nos vuelve menos generosos
Dormir poco tiene graves consecuencias sobre la salud, altera las funciones del organismo y reduce la esperanza de vida.
Aunque la falta de sueño ha sido vinculada a padecimientos cardio vasculares, demencia y depresión, un nuevo estudio sugiere un problema tal vez menos grave, pero mucho menos amable.
En el último número de la revista Plos Biology, Ben Smón y sus colegas de la Universidad de California en Bercley reportan que la falta de sueño nos vuelve menos generosos.
Privación de sueño
En un experimento con 23 jóvenes que durmieron durante una noche y se quedaron despiertos otra, tras la privación de sueño, todos fueron menos generosos y empáticos, frente a situaciones hipotéticas, los mismos investigadores también revisaron las donaciones a ONGs tras la pérdida de una hora de sueño con el cambio de horario de verano y las donaciones disminuyeron.
Ahora, surgen nuevas dudas, pues se sabe que una noche de fiesta tiene más impacto que el cambio de horario y que, actualmente, se duerme menos que hace 10 años.
Dormir poco tiene graves consecuencias sobre la salud, altera las funciones del organismo y reduce la esperanza de vida, la consolidación de memoria o el estado físico de las personas.
“Dormir mal influye en la concentración, en la atención, así como en el estado de ánimo de una persona. Con el tiempo pueden desarrollar ansiedad y depresión. Del mismo modo, repercute también en el rendimiento escolar, laboral y social. Y, dependiendo del trastorno que se tenga, puede acarrear consecuencias importantes” señaló Juan Pareja Grande, responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid.
Por eso es importante tener una buena higiene del sueño, ya que este no se recupera con muchas horas de siesta o por levantarnos más tarde. Cuando dormimos poco acumulamos un cansancio que a la larga puede pasar factura.