Mientras en el Hemisferio Norte hemos visto un invierno con copiosas nevadas desde finales de noviembre, el extremo sur recibe a su temporada de verano con sequía y dramáticos incendios.
El verano en el sur del continente, conocido como verano austral, comienza el 21 de diciembre y concluye el 20 de marzo.
En particular, el de este año, se pronostica como uno de los más secos en la última década.
“Dentro del contexto que estamos viviendo en el incendio forestal, estamos dentro de una ola de calor, en el lugar estamos midiendo 38.5, 38.7 grados Celsius’’, afirmó el director de la Oficina Nacional de Emergencia de Chile, Miguel Muñoz.
A las condiciones ambientales se suma la presencia de incendios forestales, fenómenos que en su gran mayoría tienen relación con el error humano, pero que año tras año arrasan con más extensiones de tierra.
Una vez que el incendio se desarrolla, entra a jugar el cambio climático, altas temperaturas, fuertes vientos, harta vegetación seca en el lugar y eso juega en contra del objetivo que todos queremos que es controlar el incendio y en este caso no podemos con esa, o sí podemos pero con mayor dificultad afirmó el comandante de la Corporación Nacional Forestal de Chile, Pedro Parada
El Instituto Nacional de Estadística de Chile reveló que entre 1980 y 2010, las hectáreas quemadas eran en promedio 53 mil cada año, la última década esta cifra incrementó 125%, pues ahora el promedio anual es de más de 121 mil.
Desafortunadamente, estas escenas podrían repetirse en los próximos meses, pues la dirección meteorológica de este país ha anunciado que Chile atraviesa por el fin de año con las temperaturas más altas que se hayan registrado.