Una recién formada coalición de empresas tecnológicas solicitó el martes 50 mil millones de dólares en ayudas del gobierno de Estados Unidos para impulsar la fabricación nacional de semiconductores ante la creciente escasez de chips.
La Coalición de Semiconductores en Estados Unidos instó al Congreso a asignar fondos para la investigación y la fabricación, y calificó el esfuerzo como esencial para la seguridad económica y nacional.
La coalición, que incluye a gigantes como Apple, Microsoft, Google, Amazon, AT&T, Verizon y decenas de otras firmas, dijo que busca fondos para la “CHIPS for America Act”, una ley que fue aprobada por los legisladores a principios de este año, pero aún carece de fondos asignados.
Los semiconductores son el cerebro de los sistemas y tecnologías que permiten el crecimiento económico, la seguridad nacional, la infraestructura digital y el liderazgo tecnológico global de Estados Unidos”, dijo John Neuffer, presidente y director ejecutivo de la Asociación de la Industria del Semiconductor, cuyas empresas miembro forman parte de la coalición.
Los líderes de un amplio abanico de sectores cruciales de la economía estadounidense, así como un grupo grande y bipartidista de legisladores en Washington, reconocen el papel esencial de los semiconductores en la fortaleza actual y futura de Estados Unidos”.
La escasez de semiconductores amenaza con afectar a una variedad de sectores económicos, desde teléfonos móviles y consolas de videojuegos hasta automóviles.
La situación ha profundizado una crisis de suministro cuando la economía emerge de la desaceleración producida por la pandemia de COVID-19.
Para abordar este problema en el corto plazo, el gobierno debe abstenerse de intervenir mientras la industria trabaja para corregir el actual desequilibrio entre oferta y demanda que causa la escasez”, dijo la coalición en una carta a los líderes del Congreso.
Pero a más largo plazo, un financiamiento sólido de la Ley CHIPS ayudaría a Estados Unidos a desarrollar la capacidad adicional necesaria para tener cadenas de suministro más resistentes que garanticen que las tecnologías críticas estén allí cuando las necesitemos”, agregó.