Ciencia

Hallazgos aportan una nueva luz sobre la naturaleza de la conciencia humana

Neurocientíficos de las universidades Pompeu Fabra (UPF) en Barcelona, de Oxford, en Reino Unido, y de Aarhus, en Dinamarca, describieron por primera vez el espacio de trabajo global que dirige todas las funciones del cerebro humano; las áreas cerebrales que ejercen de directoras y coordinadoras de la cognición.

La investigación, que publica la revista Nature Human Behavior, utilizó un gran conjunto de datos de más de mil personas con grabaciones de imágenes de Resonancia Magnética Funcionales (FMRI).

Estos hallazgos aportan una nueva luz sobre la naturaleza de la conciencia humana.

Según explicó el profesor de investigación de la UPF, Gustavo Deco, hasta ahora se creía que el cerebro, que funciona como una orquesta de música bien afinada, era dirigida por un director que organizaba las diferentes regiones cerebrales para que cumpliera cada una su función y cohesionar todo el funcionamiento cognitivo.

Aunque algunos teóricos habían propuesto que el cerebro humano es similar a una orquesta y que está organizado jerárquicamente, en 1988 el psicólogo Bernard Baars propuso el concepto de un espacio de trabajo global, donde la información se integra en un pequeño grupo de conductores antes de ser transmitida a todo el cerebro.

Esta teoría aporta una solución a cómo la organización jerárquica permite al cerebro orquestar la función y el comportamiento organizando el flujo de información y los cálculos subyacentes necesarios para la supervivencia.

También los neurocientíficos Stanislas Dehaene y Jean-Pierre Changeux propusieron la hipótesis del espacio de trabajo neuronal global en el que las áreas perceptivas, motoras, de atención, memoria y asociativas se interconectan para formar un espacio unificado en el que la información se comparte y se retransmite a procesadores de nivel inferior.

Hasta ahora, no se sabía dónde y cómo tenía lugar esta orquestación del cerebro humano, pero esta investigación descubrió efectivamente la existencia de un grupo funcional de regiones cerebrales que encarnan este espacio de trabajo global.

Los especialistas indicaron que para identificar el espacio de trabajo global, determinaron el flujo de información entre las regiones cerebrales mediante un marco de entropía de transferencia dirigida normalizada aplicada a los datos de neuroimagen multimodal.

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