La inteligencia artificial (IA) llegará a todos lados y la industria del cine en Hollywood no será la excepción.
Las tecnológicas Google y Meta, la matriz de Facebook, WhatsApp e Instagram, han tenido conversaciones con estudios cinematográficos de Hollywood para ofrecer licencias de herramientas de IA de dichas compañías, para que les ayude en la producción de cintas con esta tecnología.
De acuerdo con reportes de medios de comunicación en Estados Unidos, tanto las tecnológicas como las productoras de cine han tenido charlas en donde las primeras exponen de qué forma podría la IA ayudarles en la producción de contenido.
Y es que, por ejemplo, Google y Meta han desarrollado software con inteligencia artificial que tiene la capacidad de crear escenas realistas a partir de un mensaje de texto y han ofrecido decenas de millones de dólares para asociarse con los estudios de cine.
Aunque los acercamientos se han mantenido en lo privado, fuentes cercanas al tema afirman que los estudios de Hollywood están interesados en discutir formas de utilizar la IA para reducir costos y, al mismo tiempo, protegerse contra el robo de su trabajo.
Warner Bros. Discovery Inc. ha expresado su voluntad de otorgar licencias para algunos de sus programas para entrenar los modelos, pero sólo para divisiones específicas, no para toda su biblioteca.
Por su parte, Walt Disney y Netflix no están dispuestos a otorgar licencias de su contenido a estas empresas, pero han expresado interés en otros tipos de colaboraciones.
Los estudios de Hollywood ya están utilizando inteligencia artificial en la producción, al igual que muchos cineastas. Tyler Perry ha utilizado la tecnología para recrear el maquillaje que usa para su personaje Madea en las películas. El director Robert Zemeckis ha utilizado IA para envejecer a Tom Hanks en una próxima película.
Pero una nueva generación de herramientas, que incluyen Sora de OpenAI y Veo de Alphabet, van un paso más allá al prometer ayudar a los cineastas a crear rápidamente clips vívidos e hiperrealistas basados en unas pocas palabras de descripción.
Las empresas productoras son cautelosas a la hora de ofrecer películas y programas de televisión a firmas de tecnología sin control sobre cómo se utiliza ese contenido.