Imágenes de radar, capturadas por la misión Copernicus Sentinel-1, muestran cómo un iceberg de mil 270 kilómetros cuadrados denominado A-74 se desprendió el 26 de febrero de la plataforma de hielo Brunt en la Antártida.
Los glaciólogos han estado monitoreando de cerca las muchas grietas y abismos que se han formado en la plataforma de hielo Brunt de 150 metros de espesor durante los últimos años.
A fines de 2019, se detectó una nueva grieta en la parte de la plataforma de hielo al norte de McDonald Ice Rumples, que se dirigía hacia otra gran grieta cerca de la lengua glaciar Stancomb-Wills.
Esta última grieta fue monitoreada de cerca por imágenes de satélite, ya que se vio cortando rápidamente la plataforma de hielo.
Los datos recientes de velocidad de la superficie del hielo derivados de los datos de Sentinel-1 indicaron que la región al norte de la nueva grieta es la más inestable, se mueve alrededor de 5 m por día.
Luego, en las primeras horas del viernes 26, la grieta más nueva se ensanchó rápidamente antes de finalmente liberarse del resto de la plataforma de hielo flotante.
Aunque se esperaba y pronosticaba el nacimiento del nuevo témpano hace algunas semanas, ver cómo se desarrollan estos eventos remotos sigue siendo cautivador”, comentó Mark Drinkwater, de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Durante las siguientes semanas y meses, el iceberg podría ser arrastrado por la rápida corriente costera que fluye hacia el suroeste, encallar o causar más daños al chocar contra la plataforma de hielo del sur de Brunt. Por lo tanto, estaremos monitoreando cuidadosamente la situación utilizando los datos proporcionados por la misión Copernicus Sentinel-1″, agregó.
Aunque actualmente no tiene nombre, el iceberg ha sido denominado informalmente A-74.
Los icebergs antárticos se nombran a partir del cuadrante antártico en el que fueron avistados originalmente, luego un número secuencial y si el iceberg se rompe se le asigna una letra secuencial.