Este brazo mecánico acercándose una y otra vez a este platillo, en realidad es un robot chef que aprende a degustar los alimentos.
Fue diseñado por ingenieros del Departamento de Robótica Bio inspirada, en la Universidad de Cambridge, en Reino Unido.
“Nuestro proyecto más reciente es un chef robótico que cuenta con un sentido del gusto. podemos usar este sentido del gusto, por ejemplo, para intentar replicar nuestros platillos favoritos o podemos intentar encontrar la diferencia entre dos recetas distintas para aprender de ellas’’, aseguró Grzegorz Sochacki, ingeniero de la Universidad de Cambridge.
Dos pequeños electrodos de platino en el robot, funcionan como las papilas gustativas de nuestra lengua, aunque hasta ahora lo hacen de manera elemental.
“El sensor está basado en conductancia eléctrica, por lo que reacciona a elementos como la salinidad, pero también reacciona a la humedad y consistencia de los alimentos. Y aunque tenemos solo un canal de detección, tomamos muchas muestras para obtener la información de un alimento. Posteriormente, simulamos la masticación procesando mecánicamente el aliento’’, consideró Grzegorz Sochacki, ingeniero de la Universidad de Cambridge.
Los responsables de esta investigación aseguran que entre los campos de desarrollo más importantes en el mundo de la robótica es proveer a las máquinas la capacidad de sentir y, hasta ahora, el gusto es un campo poco explorado.
Por su parte, Fumiya Iida, investigador del Departamento de Robótica bio inspirada, Universidad de Cambridge, dijo que, en la actualidad, no se sabe mucho sobre cómo funciona la percepción del gusto.
“Disfrutamos la comida, disfrutamos el sabor, pero en realidad no sabemos cómo podemos saborear, cómo podemos entender esto desde un punto de vista científico, entonces lo que queremos entender realmente es utilizar métodos de ingeniería para descifrar cómo funciona el mecanismo del gusto y cómo podemos realizar ingeniería inversa, para explicar cómo funciona el sentido del gusto’’, agregó.
Por el momento, esta tecnología no tiene un campo de aplicación específico, pero en una década podría estar incluida en máquinas capaces de cocinar con gran precisión platillos muy sofisticados.
El trabajo de estos ingenieros británicos fue publicado en la revista especializada Fronteras en Robótica e Inteligencia Artificial.