Por muchas generaciones las niñas y los niños le han tenido miedo a las ciencias y a las matemáticas, pero esa “herencia” debe acabar porque los empleos mejor remunerados tienen que ver con estas áreas.
Así lo platica Javier Arroyo, cofundador de la plataforma de aprendizaje de matemáticas, Smartick, quién asegura que debe acabarse de una vez por todas con esa mala reputación que tienen las matemáticas y las ciencias.
Por ejemplo, de acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, se espera que tan sólo en aquél país los empleos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas por sus siglas en inglés) crezcan 11% entre 2019 y 2029, lo que estaría generando más de 500 mil empleos en el mercado laboral tanto para talento local como para talento extranjero.
Arroyo por ello asegura que la oportunidad laboral y de desarrollo está en las ciencias y matemáticas, pero se pregunta qué preparación necesitan los niños y adolescentes para ser parte de estas carreras STEM.
El primer paso, dice Javier Arroyo, es perderle el miedo a las ciencias duras, empezando con los números y los problemas matemáticos, que preparan a los niños para la resolución de incógnitas científicas y ejercitan sus mentes.
“Las matemáticas han ganado culturalmente una mala reputación por ser aparentemente difíciles, pero a veces son los mismos padres y tutores los que fomentan este temor en los estudiantes, e incluso las mismas escuelas lo hacen al no ofrecerles modelos de aprendizaje que se adapten a las necesidades de cada niño”, asegura Arroyo.
El experto señala que en la actualidad, las carreras en Ciencias de la Computación e Ingeniería tienen una mayor demanda en las principales empresas de Estados Unidos, de acuerdo con el Índice de Crecimiento de las Carreras STEM.
Sin embargo, no sólo en este país de Norteamérica hay demanda de profesionales STEM, sino que ello ocurre a nivel global, incluido México. Asegura que existe también una enorme necesidad de profesionistas a nivel posgrado y técnico que ocupen puestos STEM, y la forma de conseguirlos es, entre muchas otras, alineando las necesidades de la fuerza de trabajo del futuro con el sistema educativo y con el aprendizaje en casa.
El cofundador de Smartick advierte que los padres rara vez tienen injerencia en el currículum escolar, pero sí juegan un papel importante en el aprendizaje en casa. Afirma que la educación de los estudiantes no debe quedarse entre las paredes de las escuelas, sino también debe ser parte de la vida del alumno una vez que sale de ahí. Y no sólo eso, los padres deben enseñarles desde pequeños que las matemáticas y las ciencias son útiles y se aplican en actividades cotidianas, como la cocina, las compras o incluso al armar rompecabezas o dibujar.
Javier Arroyo añade que otra forma de fomentar la participación de niños y adolescentes en la ciencia es introducir héroes STEM en sus vidas a través de libros que narren la historia de grandes científicos.
“Esta táctica es particularmente importante para acercar a las niñas a las ciencias y a las matemáticas, pues suelen experimentar una brecha importante en este ámbito. En México, sólo 3 de cada 10 profesionistas STEM son mujeres, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad”, agrega.