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Maternidad que se logra con ayuda de avances de la ciencia

FOTO: WEB

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La maternidad ha cambiado, su concepto se ha modificado y ampliado.

Es ahora, en muchos casos, tardía. Es decir, las mujeres tienen hijos cada vez a mayor edad.

“Y esto hace de alguna manera que el horizonte de la maternidad sea algo digamos más pensado”, dijo la investigadora del departamento de antropología de la UAM Iztapalapa, Janina Ávila González.

Los avances científicos permiten a las mujeres convertirse en madres mediante reproducción asistida, ya sea inseminación artificial o fecundación in vitro.

“Lo que hacemos básicamente es tomar los óvulos, tomar los espermas, juntarlos en el laboratorio para que se dé el proceso de fecundación. Tomo uno o dos embriones y los colocó dentro de la matriz de la paciente para que se implanten”, señaló el director General de UR CREA Medicina Reproductiva, Carlos Maquita Nakano.

Además, las nuevas formas de maternidad desafían las ideologías de género, tal es el caso de la homomaternidad, en la que una pareja de mujeres decide engendrar a un hijo o hija.

“Lo que hacemos es: tomo los óvulos de una de ellas, los fecundo con semen de un banco de semen o de una persona que la done, los embriones que se forman los pongo en la otra mujer, entonces ambas son mamás”, agregó.

Fue en la década de los 60 con la aparición de la píldora anticonceptiva, cuando la maternidad dejó de ser tradicional.

“Esto es interesantísimo, porque México se vio obligado en 1974 a modificar la ley de salud que prohibía los anticonceptivos. Se cambia el artículo cuarto constitucional que señala que todo hombre o mujer tiene derecho a decidir el número de hijos y dentro del número de hijos justamente el 0 es una elección, una decisión, un derecho”, comentó Janina Avila, investigadora del departamento de Antropología de la UAM Iztapalapa.

El ingreso de las mujeres a la educación superior y al mercado laboral también ha influido en gran medida en que las mujeres pospongan la maternidad.

“A mayor educación menor número de hijos o no hijos y a menor educación mayor número de hijos”, añadió Janina.

Tal es el caso de la vulcanóloga franco canadiense Julie Roberge.

“Yo decidí, que yo no iba a tener hijo, yo me dedico a mi carrera y yo voy a ir, me voy por el doctorado, yo quiero viajar, visitar los volcanes, subir los volcanes, estudiar los volcanes. Entonces me fue bien, pero luego se me llegó la idea de que ay caray, sí yo quiero un hijo. Me llegó mi hijo tarde, lo batallé muchísimo, fue muy difícil porque esperé demasiado”, dijo la vulcanóloga Julie Roberge.

Combinar su carrera científica con un hijo concebido después de los 40 años ha sido, dice, muy difícil.

“Cuando se enferma no hay nadie más en la tierra que existe que mamá. Y aunque quiero ser la mejor investigadora del mundo, cuando pasa eso pues ya soy mamá primero”, agregó.

Tan sólo en 2020, en México se registraron un millón 629 mil 211 nacimientos, de los cuales 33.5% correspondieron a madres mayores de 30 años.

En el caso de Claudia, quien fue mamá a los 42 años, ella tuvo a su hijo leo mediante fecundación in vitro.

“De hecho Leo era un embrión congelado, Leo estuvo congelado no sé si dos años, un año, algo así”, puntualizó Claudia Magaña, mama mediante reproducción asistida.

Fue un viacrucis de alrededor de cinco años y cuatro procedimientos in vitro.

“El primero fue totalmente negativo, el segundo quedé embarazada y no se logró, el tercero quedé embarazada, pero ya ves que hay como una numeración y la numeración estaba como muy bajita, entonces que seguramente lo iba a perder y se suspendió el tratamiento. Y ya esta fue la cuarta”, agregó.

Sin embargo, este método para convertirse en madre no es accesible para todos. Fue cerca de medio millón de pesos lo que claudia y su esposo pedro invirtieron.

“Ay, valió la pena todo: el tiempo, el gasto, las lágrimas”, añadió.

Son nuevas y, en muchas ocasiones, más comprometidas formas de maternidad.

“Cuando les ha costado más trabajo tener un bebé como que se comprometen más con esa maternidad”, señaló Carlos Maquita.

Nuevas maternidades cada vez más aceptadas aún en sociedades tan conservadoras como la mexicana.

“Estamos aprendiendo a ser tolerantes, ahora el problema es tener políticas públicas que de alguna manera empujen en ese sentido”, concluyó Janina.

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