Llegar a la Luna y a Marte, los objetivos espaciales de Trump
De la mano de Spacex, de Elon Musk, y de Blue Origin, de Jeff Bezos, el presidente estadounidense busca que los proyectos espaciales aumenten el nacionalismo.
Para su segundo periodo como presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene en la mira un ambicioso objetivo espacial. Ha resonado como plataforma de lanzamiento.
“Y perseguiremos nuestro destino manifiesto hacia las estrellas, lanzando astronautas estadounidenses para plantar las estrellas y las rayas (aludiendo a la bandera estadounidense) en el planeta Marte”, expresó Trump entre ovaciones.
¿Realmente Estados Unidos llegará a Marte?
Para evaluar qué podría pasar, es importante destacar que Trump, en su primer periodo presidencial, de 2017 a 2021, reestructuró la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), impulsó las misiones de colaboración internacional Artemisa, creó la Fuerza Espacial y contribuyó a propiciar la participación de empresas privadas en vuelos de servicio.
“El espíritu de la frontera está escrito en nuestros corazones. El llamado de la próxima gran aventura resuena desde dentro de nuestras almas”, dijo el mandatario norteamericano.
¿Qué se espera en los próximos años?
A decir de expertos, continuará el desarrollo de cohetes y sondas tanto de la NASA como de empresas privadas para llegar a la Luna.
Y en esto, vale la pena destacar que participarán entre otras, Space X, de Elon Musk, el empresario más rico del mundo y quien se ha sumado al nuevo gabinete de Trump como su mano derecha.
También estarán Blue Origin, de Jeff Bezos, el segundo magnate más poderoso y que también tiene al espacio entre sus metas tecnológicas, y otras empresas como Astrorobotics, Intuitive Machines y Lokheed Martin.
— Jeff Bezos (@JeffBezos) January 16, 2025
Todo este impulso ocurrirá en un entorno de gran nacionalismo estadounidense.
“Muy, muy difícil qué es lo que va a hacer, pero esa pincelada de nacionalismo está ahí y, en base a eso, uno podría interpretar que él va a tratar de favorecer de cualquier forma a las empresas estadounidenses”, comentó Gustavo Medina Tanco, jefe del Laboratorio de Instrumentación Espacial de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El lanzamiento para una nueva misión tripulada que sólo orbitará la Luna está programado para abril de 2026, es Artemis II. Dependiendo de su éxito, habría un siguiente lanzamiento de Artemis III en 2027, con un aterrizaje tripulado.
Otras naciones que buscan establecer bases en la Luna son la Unión Europea, China, India, Arabia Saudita y Japón.
¿Y respecto a Marte?
Es probable que se respalden las misiones de Starship de Spacex, la nave más grande hasta ahora construida, y que busca llegar algún día al planeta rojo, esto favorecería a Elon Musk.
“Elon Musk lo que viene a hacer es a poner su propia idea de esa colonización (…) Ciertamente no hay que descartar que muchas veces los grandes avances en tecnología vienen de una visión muy grande. Que, aunque esa visión no se realice, esa visión es como la zanahoria para el burro, es lo que lleva al burro hacia adelante”, explicó el especialista de la UNAM.
Falcon 9 lifts off from pad 4E in California ahead of completing the 400th landing of an orbital class rocket and delivering 27 @Starlink satellites to the constellation pic.twitter.com/961bctbXJw
— SpaceX (@SpaceX) January 21, 2025
Marte sin duda es un objetivo científico importante, sin embargo, en lo económico resulta poco atractivo, mucho más una misión tripulada.
Por ello, esa travesía quizá se realice en el mediano plazo, y detone una nueva economía y tecnologías de punta: la generación de energía solar en órbita, por ejemplo.
La expectativa es que mientras continúe el sector privado y los grandes empresarios en la industria, los precios de las misiones espaciales bajen.
“Al comienzo de los 2000, poner un kilogramo en órbita baja estaba en el orden de cualquier cosa entre 30 mil y 60 mil dólares, ya con el Falcon 9 (…) El costo ya cayó a menos de 2 mil dólares por kilo con el Starship funcionando en forma permanente se espera que sea tal vez bastante más abajo de 200 dólares por kilo”, comentó Gustavo Medina Tanco.