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“Llegué a las ciencia por accidente, no estaba en mis planes”: Dra Diana Rubio

La neurocientífica Diana Rubio hace un llamado a quitar el prejuicio de que las mujeres no son capaces de estudiar ciencias.

Diana Rubio Navarro es doctora en Ciencias Biomédicas por el Instituto de Neurobiología de la UNAM y Maestra en Ciencias por la misma institución, y aunque es una de las científicas mexicanas más prominentes, no siempre quiso dedicarse a las ciencias.

La doctora Rubio conversó con Once Noticias sobre cómo su acercamiento con las ciencias fue prácticamente un accidente, de acuerdo con la propia científica; sin embargo, actualmente trabaja de la mano de Movimiento STEM, para que cada vez más niñas y mujeres jóvenes se dediquen a cualquier profesión relacionada con la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés).

¿Quién es la doctora Diana Rubio?

Yo me describiría como una persona a la que le apasiona la ciencia, la tecnología, la educación y la naturaleza. Soy amante también de los espacios naturales, así es como me describo, pero desde hace bastante tiempo me dedico a la enseñanza de la ciencia.

Durante los posgrados en neurociencias, comencé a dar clases, así es que eso me acercó mucho a cómo funciona el cerebro, cómo son los procesos de aprendizaje y memoria para fortalecer precisamente la enseñanza. Al tener una experiencia como neurocientífica dentro de un laboratorio, para mí comenzó a ser cada vez más importante acercar lo que hace un científico a los estudiantes de educación media superior.

Después me di cuenta que este acercamiento puede ser fundamental, no solamente para que adquieran un pensamiento científico, sino también para fortalecer vocaciones científicas.

Entonces, yo llegué a la ciencia por accidente, no fue una aspiración, en realidad yo conocí la ciencia hasta que estaba en la licenciatura, así es que tengo la intención de acercar a las estudiantes a la ciencia, en etapas más tempranas de formación, desde primaria, secundaria y bachillerato.

  • Por accidente, pero es usted una científica reconocida por el trabajo que realiza en las neurociencias, Cuéntenos al respecto, por favor.

Después de trabajar 11 años y de hacer modificaciones, innovación en la enseñanza de la ciencia, fue que fui reconocida como una de las mejores docentes en México. Como la mejor docente en México por el National Teacher Prize, impulsado por Movimiento STEM, Fundación Citi Banamex y después representé a México en el Global Teacher Prize, en este evento que es impulsado por Fundación Barkey y por la UNESCO.

De entre ocho mil postulaciones de 121 países, por primera ocasión está colocado México como uno de los 10 mejores lugares para los docentes, entonces eso significa que hay muchos docentes haciendo cosas extraordinarias para México.

  • Cuéntenos también sobre cómo ha contribuido en mejorar la enseñanza de las ciencias.

He tenido algunas participaciones ya en proyectos internacionales también para la enseñanza de las ciencias, pero también para el fortalecimiento del carácter para desarrollar virtudes intelectuales, curiosidad de manera muy específica, que es una de las características que tienen los científicos y considerar que la curiosidad puede ser desarrollada desde etapas tempranas.

Entonces es muy importante también para mí que fortalezcamos también esta parte de desarrollo de las virtudes intelectuales para que hagamos muchas preguntas en las aulas, y que ahora sean los estudiantes quienes hagan las preguntas.

  • ¿Cuán complicado ha sido para usted como mujer ser científica?

Puedo responder tu pregunta desde muchos aspectos, sin embargo creo que uno fundamental es precisamente que las mujeres no están en las áreas STEM, por la apreciación social, que parece que la ingeniería, las matemáticas, la tecnología es para los hombres, y en muchas ocasiones, en mi caso particular, cuando iba a decidir qué iba a estudiar, recuerdo que en mi familia hubo esas limitantes que tenemos como estereotipo, y me decían esa carrera es para hombres, o esa carrera es muy costosa, entonces creo que ahí comenzaron algunas complicaciones.

Yo tuve un acercamiento precisamente a las neurociencias a través de una experiencia en la cual hacer preguntas fue muy importante. Yo estaba cerca de una doctora que ya tenía una trayectoria muy importante en las neurociencias, y cuando estuve cerca de ella, producto de unas prácticas profesionales, recuerdo que comencé a preguntarle y por qué hacen esos estudios, y para qué los hacen, y cuál es la intención, y quién los avala, en fin, muchas preguntas, y la doctora que tenía ya su línea de investigación me dijo, bueno, si quieres saber un poco más, ven a mi laboratorio.

O sea, tener esa apertura importante de mujer a mujer fue muy importante. Entonces ella me acercó a las neurociencias y a partir de ahí comencé, luego ingresé al posgrado.

Otro momento que fue complicado fue precisamente cuando elegí ser mamá. Continúas en la ciencia, que es una carrera celosa y que de alguna manera no es complicada desde el punto de vista de habilidades que se requieren para ello, pero sí desde el punto de vista social.

Tuve que decidir extender el momento en el que iba a ser mamá y una vez que fui mamá, pues por supuesto que disminuye la cantidad de publicaciones que haces, disminuye el tiempo que pasas con tus hijas, entonces enfrentas ese momento de dilema.

  • ¿Qué fue lo que la ayudó a continuar con su vida de madre y de científica?

El hecho de que yo tuviera una red de apoyo, por lo que de alguna manera fortaleció para que yo me pudiera mantener en la carrera de las ciencias. De hecho ahora hago ciencia, y ciencia educativa asociada al desarrollo del carácter, pero ha ayudado mucho y ha impulsado mucho el hecho de que tengo una red de apoyo en las familias, en mi esposo, en mis hijas, ahora que ya son un poco más grandes, que de otra manera sería más complicado.

¿Por qué la mayoría de las mujeres no buscan ser científicas?

De las personas que hacen ciencia en el mundo solamente 30% son mujeres, pero estamos hablando de que la población en el mundo, 50% de la población son mujeres y también hay otro dato importante que vale la pena traer sobre la mesa, es que en las pruebas PISA para el desempeño en la ciencia, sólo dos de cada 100 estudiantes logran alcanzar el nivel 5 o 6, que significa que ya usan capacidades cognitivas complejas y tienen la posibilidad de ocupar posiciones de liderazgo.

En esa misma prueba, más de 52% de los estudiantes cree que la inteligencia es algo que no se puede cambiar y en la etapa secundaria hay estudios que muestran que las chicas es donde tienen una autopercepción negativa respecto a las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

Se trata de estudios, no es algo que yo diga por mi experiencia, entonces esto habla no solamente desde mi experiencia, sino de lo complejo que es en el ámbito social que una mujer se acerque a estas áreas. Hay estudios que muestran que las maestras de matemáticas pasan más tiempo explicando el mismo ejercicio a un hombre comparado con el tiempo que pasan explicándolo a una mujer. Hacen preguntas más complejas y mayor cantidad de preguntas a un hombre comparado con la que hacen a una mujer.

  • ¿Cómo cambiar esta percepción que tienen las niñas y las las mujeres jóvenes sobre las ciencias?

Pareciera que ser científico está restringido sólo para personas que nacieron con ese talento, y si hay personas que nacen con el talento, sin embargo personas que no tenemos el talento de origen o nato, lo podemos desarrollar, yo de manera muy particular puedo comentar que mis padres no sabían leer ni escribir, no tenía un sustento, digamos familiar académico, que pudiera indicarme el camino que seguir.

Cambiar la percepción puede ser desde la interacción familiar, la interacción familiar marca mucho los estereotipos que ya están asignados a las mujeres, creo que ahí como papás ser sensibles a las expectativas que tienen las niñas, acompañarlas, guiarlas, otra cuestión muy importante también es como docentes, ya una vez que ingresan a la educación formal, como docentes hacernos conscientes de que tenemos sesgos por género en la enseñanza, entonces impulsar de alguna manera la igualdad en las aulas, ante las acciones, actividades o diseños de experiencias que nosotros generamos.

Otro muy importante tiene que ver con roles de género, el aporte de la mujer a la ciencia y a la tecnología a través de la historia ha sido muy importante, sin embargo no ha sido visible, entonces de cada tema que veamos seguramente hay participación de la mujer en la aportación del conocimiento. Visibilizar la labor de las mujeres, pero también que los espacios académicos estén abiertos para que las mujeres que hacen ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas puedan acercarse a las niñas y que ellas las puedan ver como un rol a seguir, como un modelo a seguir, y que digan, ah ok, aquí hay una mujer que es química, acá hay una mujer que es geóloga, acá hay una mujer que es directora de una empresa.

  • Doctora, dicen que “la curiosidad mató al gato”, pero ojalá cambie el dicho por “la curiosidad impulsó a más niñas y mujeres jóvenes a estudiar carreras STEM, ¿no cree?

¡Ay, qué maravilloso! Porque sí, tenemos una presencia bastante negativa de la curiosidad, incluso hay una caricatura que pareciera que las personas furiosas somos personas traviesas y estas cosas, pero en realidad no, la curiosidad es una virtud intelectual. Si nos hacemos conscientes de ella, si nos hacemos conscientes del nivel de desarrollo de la curiosidad que tenemos y cómo la estamos orientando a los temas que realmente importan, se va a desarrollar la capacidad de cuestionar y se considera una de las habilidades, de las virtudes intelectuales más importantes para poder aprender, es el disparador del aprendizaje y además te permite aprender de manera independiente el resto de la vida.

Entonces sí, hay que tratar de quitar este estigma negativo de la curiosidad.

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