Ciencia

Los murciélagos son capaces de predecir el movimiento de sus presas

Los murciélagos resultan capaces de calcular hacia dónde se dirige su presa construyendo modelos predictivos sobre la marcha del movimiento del objetivo a partir de ecos.

  • Los modelos que aplican estos animales son tan robustos que pueden seguir rastreando a sus presas incluso cuando desaparecen temporalmente detrás de obstáculos que bloquean el eco, como árboles, según hallaron investigadores de la Universidad Johns Hopkins.

Aunque la predicción de las trayectorias de movimiento de los objetos a través de la visión se ha estudiado ampliamente, estos hallazgos, publicados en la revista PNAS, son los primeros en examinar el proceso comparable en la audición.

El trabajo mejora la comprensión de los comportamientos guiados por la audición en animales y humanos, incluidas las personas con discapacidad visual que escuchan sonidos para rastrear objetos en su entorno.

 

De la misma manera que un jugador de tenis necesita saber cuándo y dónde golpeará la pelota, un murciélago debe anticipar cuándo y dónde hará contacto con el insecto que está cazando”, dijo la autora principal Cynthia F. Moss, neurocientífica y profesor de Ciencias Psicológicas y Cerebrales.

El murciélago usa el tiempo de retraso entre cada llamada de ecolocalización y los ecos resultantes para determinar qué tan lejos está la presa.

Inclinan la cabeza para captar la intensidad cambiante de los ecos y averiguar dónde está la presa en el plano horizontal.

Los murciélagos deben reunir información de eco sobre la distancia y la dirección del objeto para rastrear con éxito un insecto en movimiento errático.

Pero debido a que los murciélagos son tan buenos cazadores, el equipo de investigación pensó que, además, los murciélagos también deben estar usando de alguna manera esta información para predecir hacia dónde se dirigen sus presas.

Para probar esto en el laboratorio, diseñaron un experimento que reflejaba de cerca la situación de un murciélago cazando en la naturaleza.

Entrenaron a los murciélagos para que permanecieran en una percha y rastrearan insectos.

El equipo registró las llamadas de ecolocalización del murciélago y los movimientos de la cabeza a medida que cambiaban dónde se movían los insectos y con qué rapidez.

También agregaron obstáculos que interrumpieron los ecos.

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