Una nueva investigación sugiere que Marte pudo ser un mundo más frío y helado en su pasado, en lugar del ambiente húmedo y cálido que muchos estudios habían propuesto. Los investigadores encontraron similitudes entre los suelos del planeta rojo y los de Terranova en Canadá, una región con clima subártico.
El estudio, publicado en Communications Earth and Environment, examinó suelos en la Tierra con materiales comparables a los del cráter Gale de Marte. Los minerales presentes en estos suelos pueden revelar la evolución del paisaje a través del tiempo.
El suelo, dijeron, permite conocer la historia ambiental de un planeta, ya que los minerales presentes pueden contar la historia de la evolución del paisaje a través del tiempo.
Los suelos y las rocas del cráter Gale ofrecen un registro del clima de Marte de hace entre 3 mil y 4 mil millones de años, cuando el planeta tenía agua en abundancia, coincidiendo con el surgimiento de la vida en la Tierra, de acuerdo con explicó Anthony Feldman, un científico del suelo y geomorfólogo.
“Nunca vamos a encontrar un análogo directo a la superficie marciana, porque las condiciones son muy diferentes entre Marte y la Tierra. Pero podemos observar las tendencias en condiciones terrestres y usarlas para intentar extrapolarlas a las cuestiones marcianas”, explicó Anthony Feldman, un científico del suelo y geomorfólogo.
El rover Curiosity de la NASA ha estado investigando el cráter Gale desde 2011 y ha encontrado una gran cantidad de materiales del suelo conocidos como material amorfo de rayos X.
Feldman junto a su equipo comparó el material amorfo de rayos X con la gelatina: “Es una sopa de diferentes elementos y sustancias químicas que se deslizan unas sobre otras”.
El análisis químico del rover Curiosity mostró que este material es rico en hierro y sílice, pero pobre en aluminio. Sin embargo, aún se desconoce qué implica la presencia de este material para el entorno histórico de Marte.
¿Qué es el material amorfo?
Estos componentes del suelo, explicaron los investigadores, carecen de la estructura atómica repetitiva típica que define a los minerales y, por lo tanto, no se pueden caracterizar fácilmente utilizando técnicas tradicionales como la difracción de rayos X.
Cuando se disparan rayos X a materiales cristalinos como un diamante, por ejemplo, los rayos X se dispersan en ángulos característicos basados en la estructura interna del mineral. Sin embargo, el material amorfo de rayos X no produce estas “huellas dactilares” características.
Este método de difracción de rayos X fue utilizado por el Curiosity Rover para demostrar que el material amorfo de rayos X comprendía entre 15 y 73% de las muestras de suelo y roca analizadas en el cráter Gale.
El rover Curiosity también realizó análisis químicos en las muestras de suelo y roca, y descubrió que el material amorfo era rico en hierro y sílice, pero deficiente en aluminio.