A las 10 de la mañana las puertas del Planetario Luis Enrique Erro, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), lucían abarrotadas por las miles de personas que esperaban entusiasmadas el “gran eclipse mexicano” en Ciudad de México.
Chicos y grandes se prepararon desde hace un año para vivir y compartir este fenómeno astronómico.
“Me preparé desde el año pasado, desde el 14 de octubre cuando anunciaban el siguiente eclipse que es hoy (…) Compartir ciencia es una acción muy bonita, compartir ciencia sin cobrar, sin decirle a la gente dame algo, vienes y compartes tu telescopio para que otros observen lo que a ti también te gusta, lo que a ti también te está llamando la atención, sobre todo, es un evento interesante e internacional”, comentó Erik Valentín Villalpando, aficionado a la astronomía.
De acuerdo con el comunicado de IPN, al Planetario Luis Enrique Erro acudieron 2 mil personas para presenciar el histórico eclipse total de Sol este 8 de abril.
Las personas hicieron todo lo posible para poder observar, aunque sea unos segundos, este fenómeno que no se repetirá hasta después de casi 30 años.
“Traigo este cristal, que es un cristal de soldadura que cuando volteas a ver el Sol, lo ves 30 segundos y ahí se ve una parte pequeña de la Luna”, explicó Erik, un habitante Ciudad de México.
Por su lado, Regina, quien también vive en la capital, dijo que le fue dado seguimiento a las noticias sobre el eclipse solar total desde el año pasado, “del eclipse pasado de 2023, ahí había noticias y de ahí anoté y me las fui leyendo en el camino”.
A las 12, el eclipse se observó en su máximo esplendor y aunque en Ciudad de México se observó al 70 % de su capacidad, valió la pena.
“Nos encanta la idea, yo vi en 1991 el eclipse, tenía apenas 9 años, tengo 40 y algo. Entonces, esta oportunidad de que hoy regresaran a la escuela, dije mejor que vengan acá, que lo vean, que les expliquen y maravilloso, la verdad es que el politécnico lo está haciendo genial”, comentó Graciela Bolio.
El pequeño Erik fue otro de los entusiastas de este eclipse, pues asegura que todo lo que tiene que ver con el espacio le encanta, “me emociona todo del espacio, quiero ser astrónomo de grande y tengo muchas ganas de ver el eclipse”.
“Aprendí que antes, en la cultura maya, lo consideraban precioso y a veces lo usaban para cosechar y a veces hasta para hacer sacrificios, y yo siento que es muy hermoso el eclipse de hoy y vine porque cuando tenga 36 va a ser el otro eclipse”, expresó Ema, quien ya piensa en el siguiente eclipse.
El próximo eclipse se observará hasta dentro de 28 años, pero hay que recordar que estos fenómenos astronómicos ocurren todos los días.
“El siguiente fenómeno va a ser el 30 de marzo del año 2052 en la República Mexicana, ahora el eclipse del año 1991 fue aquí en la Ciudad de México y este no está cayendo sobre la Ciudad de México está más al norte y el del año 2052 también va a caer en otro lugar, no necesariamente en el mismo lugar. La frecuencia hay que comentarlo, porque, aunque prácticamente cada año hay un eclipse solar total en algún lugar de la Tierra, el problema es que más del 98 % de los casos cae en zonas inaccesibles”, explicó Wilder Chicana, astrónomo del Planetario Luis Enrique Erro del Instituto Politécnico Nacional.
Fiesta astronómica en el IPN
Durante la fiesta astronómica, organizada por la Dirección de Difusión de Ciencia y Tecnología (DDCT) del IPN, las y los asistentes disfrutaron las proyecciones:
- Solaris: una aventura en el sistema solar
- Dos pedacitos de vidrio: el telescopio maravilloso
- Los secretos del Sol
- Arqueoastronomía mexica
- Cambio climático
Además, se realizaron recorridos en la Sala de Astronomía, visitas guiadas al museo y la transmisión en vivo de la cobertura del eclipse desde la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos, explicada por el ingeniero del Departamento de Operaciones del Museo “Tezozómoc”, Celestino Antonioli Ravetto.
Para que todos pudieran ser parte de este histórico momento, la Dirección de Difusión de Ciencia y Tecnología facilitó 114 lentes especiales (por tiempo limitado) al público que no tuvo oportunidad de adquirir los filtros solares para observar el eclipse.