En estos pequeños frascos con las muestras de polvo lunar colectadas por la misión china “Chang-E5” en 2020, hay valiosa información que ayudará a entender cómo era el planeta Tierra hace miles de millones de años, cuando se formó el Sistema Solar.
“La luna se formó hace 4 mil 500 millones de años, después de que un cuerpo del tamaño de Marte, uno de los muchos fragmentos de escombros en la nebulosa solar, se estrellara contra la tierra y creara muchísimos fragmentos que posteriormente se juntaron gradualmente en una órbita alrededor de la tierra y dieron origen a la Luna”, dijo el jefe de investigación, Ouyang Ziyuan.
En total la misión Chang-E5 trajo a la Tierra 1.7 kilogramos de polvo lunar, el cual a simple vista es oscuro y se compone de partículas muy finas, sin embargo, bajo el microscopio, este material comienza a revelar secretos.
“Magnificadas 10 veces bajo el microscopio, como podemos ver, algunas partículas de polvo lunar ya no se ven de color negro. Son diferentes materiales que nos van a mostrar colores distintos, por ejemplo, las partículas amarillas o verdes son usualmente olivinas y las blancas generalmente son partículas de aluminosilicatos y silicio, o de calcio, aluminio y silicio”, explicó el jefe de ingeniería, Li Chunlai.
Los hallazgos preliminares de especialidades de la Academia de Ciencias de China, sugieren que hace mucho tiempo, en la luna perdieron presentarse erupciones volcánicas. Además, aseguraron que evidencias no sólo revelaron datos importante del satélite natural de la Tierra, pues también les ayudan a entender mejor las evolución de la Tierra.
“Es muy difícil estudiar a la tierra en sí misma, porque el planeta es muy activo y mucha de su información más antigua se ha perdido. Las piedras más antiguas que podemos encontrar en la tierra datan de hace cuatro mil millones de años, pero este material puede encontrarse por todas partes en otros cuerpos celestes. Por lo tanto tenemos que imaginarnos cómo se veía la Tierra primitiva, a partir del estudio de otros cuerpos celestes”, detalló la investigadora de la Academia de China, Lo Xianhua.